Los otros campeones

Igual dentro de unos días volveremos a colgarnos del fútbol cuando comience el Mundial, pero está claro que necesitamos chutes de autoestima en otros ámbitos de nuestra vida colectiva. Y ya que la política, por ejemplo, o la economía no nos dan últimamente muchas alegrías.

Pues hoy hemos encontrado refugio en dos historias distintas. Que tienen que ver además con aspectos fundamentales en cualquier país que se precie: hablamos de la ciencia, de la investigación, de la salud, pero también de la excelencia, del afán de superación y de la capacidad de triunfar más allá de nuestras fronteras.

Y como siempre, después de enumerar los principios generales, hay que bajar al nivel de las personas, de los nombres propios.

El primero es Avelino Corma, químico valenciano, flamante ganador del premio Príncipe de Asturias de Investigación, Ciencia y Técnica. Acumula más de un centenar de patentes, es lo que en el fútbol llamaríamos un crack. Y el otro nombre propio es José Pérez Rial, médico gallego, jefe de neurocirugía en el hospital Samaritano de Sao Paulo, en Brasil. Lleva muchos años fuera de España y de hecho es uno de los 100 "españoles por el mundo" cuya peripecia recoge un libro que se presenta esta tarde en Madrid, un libro que auspicia el Alto Comisionado de la Marca España.

Y no sé, a lo mejor a alguien le parece poco, pero yo personalmente pienso que si sólo dos nombres son capaces de generar admiración, empatía, y desde luego orgullo por lo que hacen, pues a lo mejor es que no estamos tan mal. O que al menos este país tiene mimbres para encarar el futuro. Otra cosa es cómo se tejen, y si nos dejarán hacerlo, pero ese ya sería un debate distinto.

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