Las oportunidades perdidas

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La quinta temporada de 'Juego de Tronos' ha elegido Andalucía como decorado principal para poniente, uno de los reinos en juego. El Alcázar de Sevilla y la Alhambra, en granada, parten como favoritas. La serie, un bombazo mundial de crítica y público, ha convertido los paisajes de Islandia, Croacia y Marruecos en protagonistas de un nuevo turismo basado en la fascinación que la pequeña pantalla despierta en los espectadores. Que los Lannister y lo poco que queda de los Stark o los Targaryen puedan pasear por España es una noticia fantástica para los cronistas (los buenos, los de la serie, no los cachas depilados a mordiscos por las 'chonis' de Telecinco). El rodaje dejará en nuestras arcas más de 100 millones de euros y creará puestos de trabajo en un sector, el audiovisual, lastrado por uno de los mayores índices de paro del país. La noticia nos retrotrae a los tiempos de los míticos estudios Bronston donde, en los años 60, se rodaron para Hollywoood superproducciones como el Cid o 55 días en Pekín. ¡Acabar en manos de Hollywood! Si al menos fuera ese el sino de la Ciudad de la Luz, en Alicante, uno de los mayores complejos cinematográficos de Europa pero ni siquiera estos estudios nunca respondieron a la necesidad de nuestro cine o nuestra tele. Nunca hubo proyecto empresarial, sólo un agujero negro financiero marcado por los sobre costes en su construcción y subvenciones ilegales. De nuevo, una oportunidad perdida a golpe de talonario, un despropósito a la altura de miras de nuestros políticos. Los mismos políticos que viven de contarnos la misma película: eso sí, una de Ozores.




