Un discurso para cada momento

El Gobierno ha anunciado su reforma fiscal, esa que en parte va a entrar en vigor en 2015, en pleno año electoral. Una buena baza para la campaña del Partido Popular. Y así lo vende el Gobierno, una buena noticia para los contribuyentes, según Montoro. Y así, el titular, ajeno a la letra pequeña y otras consideraciones, si parece una buena noticia. Pero no es tan sencillo.

Primero, porque Europa advierte que esta rebaja fiscal no ha sido consultada. A pesar de que el ministro Luis de Guindos dice que esta rebaja es perfectamente compatible con los objetivos de reducción del déficit que exige Bruselas. Desde Bruselas mismo dicen que España debería haber consultado a fondo esta reforma fiscal. Y es que hasta ahora todos los requerimientos exteriores sobre una reforma fiscal iban precisamente en el sentido contrario al aprobado por el Gobierno español.

Vamos a bajar los impuestos para todos, dice Montoro, y dicho así suena bien. Pero si se bajan los impuestos, se ingresa menos, se puede incumplir el déficit y volvemos al principio del bucle a los recortes y a las reformas que permitan este cumplimiento.

Dice Montoro también que si se bajan impuestos aumenta la recaudación, entonces ¿por qué los subieron en lo peor de esta crisis? Un discurso para cada momento. Para el Gobierno todo es justificable.