La mirada de Soledad: "Pérdida de pulso político"

El Gobierno siguió adelante con su empeño y logró que su mayoría absoluta impusiera ayer a prácticamente todos los demás grupos parlamentarios la convalidación de un decreto-ley que pone en marcha 47 medidas que modifican 26 leyes distintas, sin posibilidad de que el Congreso haga el menor debate sobre su contenido ni, por supuesto, pueda enmendarlo.

"No podemos esperar hasta septiembre, no podemos dejar pasar el tren de la recuperación económica sin aprobar medidas que aligeren la contratación de jóvenes", explicó la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Es muy difícil seguir ese razonamiento porque no se entiende que tiene que ver el empleo de los jóvenes ni que tren se puede perder a la hora de regular la entrega de bombonas de gas a domicilio, modificar la ley del Cine, cambiar el sistema geodésico o abrir a los capitales extranjeros la gestión de los aeropuertos españoles. Quizás no convenga esperar en algunos aspectos concretos, como la bonificación de determinados tipos de contrato, pero eso es una mínima parte del decreto-ley que, en realidad, es un batiburrillo, digno de muy malos administradores de la cosa pública. Es un texto tan absurdo, que supone una agresión tan grande a la vida parlamentaria que solo se explica por una lamentable pérdida de pulso político. No están perdiendo trenes, señora vicepresidenta, están perdiendo sentido común.