Un país que tiende a la melancolía

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La cultura española le puso ayer una carta muy grave al Gobierno de la Nación. La piratería acaba con la industria del libro, el Iva cultural interrumpe el teatro, el cine y la música, que ya están en sus peores horas, las bibliotecas públicas no tienen dinero para renovar sus fondos desde hace al menos tres años. Los actores viven como pueden en un país que no produce, los directores de cine han colgado la claqueta, los teatros padecen la mordida de los impuestos. Las librerías viven en precario. Todo ello produce tristeza en un país que tiende a la melancolía. El Gobierno no ha respondido todavía.




