Corazón de león . A vueltas con el tamaño

Corazón de león. Marcos Carnevale  ¿Se puede tener el encanto irresistible de – pongamos- George Clooney y ser enano? Y si es así, ¿podría enamorarse de él y aguantar la presión social una mujer bandera? Este es el dilema que plantea en esta comedia, mucho más edulcorada que amarga, el director argentino Marcos Carnavale (Elsa y Fred, Tocar el viento, Anita, Viudas). El gran actor Guillermo Francella (Rudo y cursi, El Secreto de sus ojos, Atraco) interpreta a un arquitecto rico y encantador que enamora de una abogada despampanante (Julieta Diaz) que se muere por sus huesos, pero que tiene dificultades para aceptar los retos sociales y emocionales que le supone la estatura de su novio: 136 centímetros. Corazón de León es una comedia romántica muy brillante en su planteamiento, con un impresionante arranque y puesta en escena, pero que va estrechándose hasta embutirse en un producto dulzón que garantiza muy buenos resultados de taquilla, como ya ha pasado en Argentina, pero que se deja por el camino interesantes posibilidades por explorar. En definitiva, una película pensada para agradar, hacer sonreír y calmar conciencias que tiene todas las papeletas para que Hollywood haga un remake a su costa. El gran acierto deCorazón de León es Guillermo Francella, un actor monumental que recorre los registros cómicos y dramáticos con total comodidad y soltura. Su interpretación es impecable al igual que los efectos visuales que le encogen en postproducción, similares a los utilizados en El Hobbit, y que combinan el uso de un enano como doble o unos decorados gigantes. Sin embargo, su mayor laguna es el tono sensiblero del guion que además repite hasta la extenuación gags sobre situaciones embarazosas derivadas del tamaño del amante y el repelús de la chica.  Marcos Carnavale es un director fiel a sí mismo: amante de los buenos sentimientos y el didactismo emocional. De hecho, Corazón de león nace de la historia real de una amiga suya que pese a su exceso de kilos hacía gala de una inmensa seguridad en sí misma y no tenía ninguna dificultad para salir con hombres más guapos y jóvenes que ella. Carnavale no engaña: Corazón de León es un refinado producto comercial, un merengue de alta calidad. María Guerra