Lo que un político no debe hacer con la política

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Si me lo permiten, esta portada se la dedico a alguien al que le gustaba comportarse con altivez. Creía que el cargo llevaba aparejados privilegios e inmunidades o que unas siglas, un buen despacho y un presupuesto generoso servían para moldear las voluntades, para moderar las críticas, para subyugar a los díscolos. Era el prototipo de político de una casta -ahora que tanto se usa el término- de unas casta que existía mucho antes de que se popularizara la palabra. El símbolo de lo que un político no debe hacer con la política.

Pedro Blanco
Llegué a la SER en 1996 y desde entonces he trabajado como editor en diferentes programas. He sido director...




