La matanza de la chica que odiaba los lunes
Durante seis horas de aquella mañana de enero, Brenda Ann sembraría el pánico desde la ventana de su habitación. Disparó treinta cartuchos contra todo lo que se movió y acabó con la vida de dos personas adultas además de herir a ocho niños pequeños antes de que fuese detenida. La chica lo había avisado esa semana en el colegio. “Voy a hacer algo grande, algo por lo que salga en la televisión”, advirtió a los compañeros.
Con la ciudad todavía en estado de shock, Brenda Ann se entregó tras horas de negociaciones. Durante ese tiempo, la chica amenazó con salir a la calle disparando contra todo. También tuvo tiempo para atender a la prensa, para hablar con un periodista del ‘Tribune’ de San Diego. Aquel periodista tenía cientos de preguntas, quizá todas tan absurdas como el propio acto de Brenda. Entre todas destacó una, quizá más por la respuesta que por la propia pregunta. El periodista preguntó a la asesina sus motivos, el porqué de aquella terrible masacre. La respuesta de la joven asesina no pudo ser más aterradora, ambigua, misteriosa. “No me gustan los lunes”, contestó. “Esto ha animado la mañana”. Aquella frase tan siniestra la leería ese mismo día Bob Geldof, cantante de The Boomtown Rats, mientras concedía una entrevista en la Universidad del Estado de Georgia. Geldof quedó marcado por aquella respuesta tan fría, tan poco convincente, tan frágil. En el taxi que le llevaba al hotel escribió algunas frases más y unas semanas después llegaba a las tiendas ‘I dont like Mondays’, el gran éxito de la banda irlandesa.
‘I dont like Mondays’ se convirtió en un gran éxito que llegó al número 1 en Inglaterra en el verano de 1979, aunque solamente llegaría al puesto 73 de la lista estadounidense. La familia de Brenda intentó impedir -sin éxito- que la canción se estrenase en las radios estadounidenses, aunque las emisoras de San Diego –sin veto mediante- se abstuvieron de emitirla durante años por respeto a las familias de los fallecidos. Puede que Geldof no intentase beneficiarse de aquella tragedia, puede que nunca pensase que aquel tema llegase a ser un éxito. Solamente era una canción absurda sobre un acto tan aterrador como incomprensible.
Tras ser arrestada, Brenda fue juzgada como un adulto y condenada de 25 años a cadena perpetua por su lunes sangriento. Ya en prisión fue diagnosticada con epilepsia y depresión. En 2009, su caso fue revisado y su petición de libertad condicional, rechazada. Brenda Ann Spencer sigue en prisión y ‘I dont like Monday’s’ sigue sonando en las radios de medio mundo 35 años después de que aquella joven asesina se levantase aburrida y decidiese disparar desde su ventana.
