El trágico verano de Pearl Jam
“El concierto empezó genial, había mucha gente y mucha energía en el ambiente”, recuerda Jesper Engsted, danés de 33 años que ha acudido a más de una decena de ediciones del veterano festival. “El sonido estaba un poco bajo y mis amigos y yo nos fuimos hacia adelante, estábamos muy cerca del escenario. Creo que mucha gente hizo eso y se puso mucha presión sobre la gente de las primeras filas”, explica. Pearl Jam era uno de los cabezas de cartel del aquel año junto a The Cure, Oasis, Iron Maiden, Lou Reed o Willie Nelson.
De pronto, la noticia comenzó a extenderse como un rumor al que nadie quería dar crédito. “Varias personas han muerto”, confirmó la radio entre un confuso trajín de ambulancias, policías y sirenas. Nueve personas habían muerto por una avalancha durante la actuación de Pearl Jam. Aquella lluviosa noche, el festival danés, uno de los más grandes y mejor organizados de Europa, vivió su mayor tragedia. Aquel accidente cambiaría la seguridad de casi todos los festivales europeos, pero el dolor de aquella noche marcaría el futuro de la banda. “Solamente quería largarme de allí, quería que no fuese cierto. Lo estaba viendo, pero no podía creerlo”, recordaría Eddie Vedder tiempo después. Dinamarca era una de las últimas paradas del tour europeo de ‘Binaural’, el sexto álbum de estudio de la banda. Tras el festival, el grupo canceló las dos citas que europeas que le restaban a la gira y la retomaron de vuelta en EEUU un mes después tras barajar la posibilidad de dejar la música.
En Roskilde, un festival sin ánimo de lucro que comenzó en los años setenta, aquel incidente es un oscuro recuerdo del que nadie quiere hablar, una sombra en un país donde casi nunca sucede nada. Jesper Engsted, que por entonces era un veinteañero, ha sido varias veces voluntario en el festival. “Entre una multitud tan grande es imposible saber qué está pasando a diez metros de ti. A la media hora cancelaron el concierto y nos fuimos desilusionados. No nos enteramos de lo que había pasado hasta unas horas después cuando lo oímos por la radio del festival. Nos quedamos en shock, no podíamos creer que algo así hubiese sucedido. El resto del festival fue muy deprimente porque todo el mundo lo tenía en la cabeza, no te lo podías quitar. Mucha gente se fue a su casa”.
Una década después, aquella noche sigue presente en el festival. “Hace diez años, nueve personas, nueve compañeros, perdieron sus vidas en Roskilde, déjenme recordarlos hoy”, pidió Patti Smith al comienzo de su actuación en el festival de 2010 mientras lanzaba al público nueve rosas a la par que decía el nombre de cada uno de los jóvenes fallecidos. Ese día Pearl Jam actuó en Alemania. Cuando Eddie Vedder quiso hablar al público para pedir un minuto de silencio se puso a llorar. “No es algo en lo que pensemos hoy porque es el aniversario, es algo en lo que pensamos cada día. Estamos muy agradecidos de haber conocido a esas familias y de haber podido pasar por esto juntos, hemos aprendido muchas cosas de esto”. El tiempo no ha conseguido hacer desparecer de sus mentes lo que ocurrió aquella noche, pero lo han logrado sobrellevar junto a los familiares y los amigos de los fallecidos.
El trágico accidente cambió la seguridad en Roskilde. “Ahora todo es diferente, hay zonas cortadas y la organización controla el acceso a las primeras filas para que no haya tanta presión”, explica Jesper. “Solamente eso hubiera evitado la muerte de esas personas. Ahora tampoco se permite subir a hombros de nadie o hacer ‘crowd surf’. El cambio principal ha sido en los asistentes, antes de aquello el ambiente en las primeras filas era bastante salvaje y ahora la gente está más pendiente de ayudar al que tiene al lado, y si te caes al suelo verás cómo rápidamente cinco manos te ayudan a levantarte. Algo así no podría volver a ocurrir en Roskilde”.
Quizá nunca vuelva a suceder algo así, pero aquella noche de verano se recordará siempre en Dinamarca. La noche lluviosa en la que nueve jóvenes perdieron la vida mientras bailaban con las canciones de Pearl Jam. Catorce años después, aquello parece un recuerdo borroso y lejano, como una pesadilla que nunca sucedió realmente. En el recuerdo queda la canción de Pearl Jam, las rosas de Patti Smith, la siniestra noticia que dio la radio y la unión de los familiares y los músicos.




