75 años andando por baldosas amarillas

Por la cinta de Victor Flemning no ha pasado el tiempo, sigue emocionando cada vez que proyecta en alguna pantalla, ya sea grande o pequeña. Este cuento infantil para adultos cumple 75 años de su estreno, que se producía un 25 de agosto de 1939, tan sólo cinco días antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial. Una película que mostraba en blanco y negro ese Kansas asolado por la Gran Depresión y en vivos colores, un mundo de fantasía donde Dorothy, la protagonista, se encontraba con grandes amigos y con alguna bruja malvada.

Pocos días después de que Hitler ordenara la invasión a Polonia, al otro lado del charco, la vida seguía ajena, todavía, a una de las batallas más cruentas de la historia de la humanidad. En ese momento se estrenaba en Estados Unidos, en agosto de 1939, El mago de Oz. La adaptación al cine de la novela de Franz Baum que dirigió Victor Flemming, uno de los grandes artesanos de Hollywood, aunque, en realidad, por el proyecto pasaron tres directores más: Mervyn LeRoy, Richard Thorpe y King Vidor, y hasta 16 guionistas, la mayoría sin acreditar.

El mago de Oz relata cómo una niña es alejada de Kansas por un tornado hasta un lugar fantástico, más allá del arcoíris, donde hay brujas buenas y malas, espantapájaros que hablan, hombres de hojalata y un león cobarde. La Metro Goldin Meyer pagó 75 mil dólares al autor por los derechos. Una cifra estratosférica por aquel entonces que dejó fuera de la pugna a Disney. El objetivo de la Metro era contratacar a Disney, que había estrenado un año atrás Blancanieves, lo que sería un blockbuster de la época basado en un cuento infantil.

BUENA CRÍTICA, POCOS PREMIOS

Otra cinta de Fleming, Lo que el viento se llevó fue la ganadora de los premios de la Academia ese año, de modo que El mago de Oz tuvo que conformarse con los Oscar musicales. Logró la estatuilla a mejor canción por "Over the rainbow" y mejor banda sonora original, compuesta por Harold Arlen y E.Y. "Yip" Harburg. Sin embargo, pocas películas son tan reconocidas como este clásico musical que fue considerado por la UNESCO como memoria del mundo. Un reconocimiento que han logrado solamente Los Olvidados de Luis Buñuel y Metrópolis de Fritz Lang. Los motivos, además de los artísticos, es que El mago de Oz celebraba la bondad, la caridad, la amistad, la valentía, la fortaleza, el amor y la generosidad, y además sus héroes eran cuatro inadaptados.

En un principio, la metro pensó en Shirley Temple, pero su contrato con la Fox lo hizo imposible. Judy Garland fue finalmente la actriz elegida para protagonizar la película. Tenía 16 años y tuvo que ponerse un corsé para aparentar menos edad. La cinta tuvo un gran éxito de crítica pero no logró cubrir gastos en un principio, hubo que esperar al reestreno del musical; sin embargo, El mago de Oz fue la cinta que lanzó a la fama a su protagonista, convirtiéndose en una de las actrices más cotizadas de la MGM. Junto con Judy Garland trabajan en la película Frank Morgan, Bert Lahr, Jack Haley, Ray Bolger, Billie Burke y Margaret Hamilton, bajo la dirección general de Victor Fleming y de los directores Richard Thorpe, Mervyn LeRoy y King Vidor.

RODAJE LLENO DE PELIGROS

La novedad técnica que incorporaba El mago de Oz era el rodaje en technicolor, una técnica arcaica en la era del 3D, pero que en su momento requería mucha iluminación, tanta que durante el rodaje, la temperatura del set superaba los 37 grados.

El calor no fue el único inconveniente del rodaje, que comenzaba el 13 de octubre de 1938 y terminaba el 16 de marzo de 1939, ya que la leyenda relata un sin fin de percances. El más conocido de todos es el que cuenta que uno de los extras, disfrazado de munchkin, se suicidió en pleno rodaje y que se puede comprobar en pantalla. El desmentido oficial dice que, en realidad, esa imagen es la sombra de un gran pájaro del zoológico de Los Ángeles, que cedió varios animales para ambientar la tierra de Oz.

El primer hombre de hojalata fue el actor Buddy Ebsen que tuvo que abandonar el trabajo tras sufrir una sucesión de calambres y dificultad para respirar. El motivo era una alergia al polvo de aluminio, que se usaba para maquillarle. Ebsen fue reemplazado por Jack Haley y el maquillaje se sustituyó por una pasta menos alergénica.

ICONO GAY

Judy Garland se convirtió en un icono gay tras esa memorable interpretación en la cinta de "Over the rainbow", una canción que fue uno de los himnos de la comunidad gay, que siempre ha visto mensajes en el filme. Por ejemplo, Dorothy se rodea de amigos raros, no aceptados en sociedad, como el León cobarde, o el hombre de hojalata sin corazón o el espantapájaros sin cerebro, una alusión a la marginalidad del colectivo en la época. Es más, se dice que los disturbios de Stonewall comenzaron después del funeral de la actriz, dado que muchos gays habían acudido a Nueva York para despedir a la actriz y acabaron en el Greenwich Village.

Las baldosas amarillas, el vestido de la Garland, las zapatillas rojas de Doroty... Son muchos los elementos de la cinta que han cobrado un halo mágico, por jemplo, el cineasta David Lynch utiliza una copia de esas zapatillas en su Corazón salvaje. Años después, el vestido que la actriz Judy Garland lucía en el film de 1939 se vendía en una subasta por la módica cifra de 480.000 dólares.