Una pequeña reflexión sobre las vacaciones españolas

Para empezar septiembre, una pequeña reflexión sobre las vacaciones españolas. Al contrario de lo que sucede en los países anglosajones, los españoles vivimos largos periodos de descanso; son tan largos e intensos que hay ciudades, como Madrid, que se quedan desiertas, y además lo tienen a gala. No hacer nada en la capital de España ha sido, desde antiguo, un orgullo de la ciudad española más populosa. Es desde mi punto de vista un error: no se puede parar el corazón de un país, entregarlo al descanso total, al cierre. Mientras Londres vibra y crea negocio, Madrid ha hecho la siesta de agosto. Ahora septiembre viene como un ventarrón y nos cogerá dormidos.