Una España sin gol pierde ante Francia en la primera prueba de la nueva etapa

La selección francesa se impuso al equipo dirigido por Del Bosque con un solitario gol de Loic Rémy, delantero del Chelsea. España creó pocas ocasiones de gol con un 'once' con muchas caras nuevas, pero que sigue sin renunciar a dominar el encuentro con la posesión del balón.

Renovarse o morir. Esa es la moraleja que se puede extraer de la fábula del águila. La selección se ha convertido en ese animal que necesita arrancar su viejo pico, las garras y las plumas, para que, un tiempo después, pueda emprender un vuelo renovado. Y en Saint Denis, ha realizado ese primer agitar de alas tras la última caza fallida en Brasil. Una primera prueba que no ha resultado exitosa.

Hasta seis jugadores no habituales formaron parte del equipo titular, pero, a pesar de esos cambios importantes, el esqueleto, la base, la esencia del animal sigue siendo la misma. Y en la selección de España se mantiene la adicción frenética por tener la posesión del balón. Lo que sí parece haber cambiado es su musculatura, ahora mucho más poderosa y con más trabajo. Lo que se ha ganado en una parcela, se ha perdido en calidad y creatividad, pero es que los Xavi, Xabi Alonso, Villa o el hoy ausente Iniesta, son inigualables.

Los primeros instantes fueron de dudas. Francia presionaba y las partes del todo español intentaban ir engranándose. Las alas se sacudían el polvo almacenado por la inactividad, pero con el paso del tiempo, el vuelo fue mejorando, con unos últimos 20 minutos de la primera mitad bastante buenos.

España volvía a esas largas posesiones y Francia sólo buscaba al contraataque. Carvajal pasó a ser la garra más afilada, entrando por su banda y apurando línea de fondo. Tampoco se renunciaba al balón largo o a buscar la espalda del rival. Fábregas era el encargado de filtrar esos balones para Diego Costa. Compañeros en el inicio fulgurante del Chelsea, asumieron el rol de pico del águila, para dar esa estocada definitiva, rematar la presa. Algo que en los primeros 45 minutos no pudo ser. Iturraspe sustituyó a Busquets en el descanso y poco después entraba Silva, una de las plumas que den esa agilidad para hacer giros inesperados. Su irregularidad se ve compensada con su genialidad.

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El combinado español seguía en su línea, mientras Paco Alcácer y Pedro saltaban al campo con la función de conseguir el premio del gol. Del Bosque renovaba el ataque y seguía con las pruebas de aptitud y de actitud. Deschamps también introducía novedades, no sin antes haber dado un par de sustos a un De Gea que se ha mostrado muy seguro durante los 90 minutos. De las botas de Benzema surgía un gol que el linier, con el banderín en alto, quiso que no subiera al marcador.

'Les bleus' adelantaron líneas y se pusieron por delante en el marcador. Fue otro de los delanteros del Chelsea, Loic Rémy quien batió a un De Gea que sólo pudo observar atónito cómo el balón cruzaba la línea de gol. Tres pases rápidos de los franceses desarmaron todo el sistema defensivo español. Un solitario tanto en un encuentro en el que hubo pocas ocasiones.

Isco, recién incorporado al campo, intentaba desatascar el juego de los nuestros, sobre todo en los metros finales, en los que faltaban ideas y espacios, también culpa del buen sistema defensivo francés. Paco Alcácer no llegaba por centímetros gracias a la punterita de un Varane muy sólido. La caída de Isco en área rival fue la última tentativa de La Roja.

Del Bosque tiene un difícil trabajo por delante. Ha conseguido mejorar la actitud y mantener el dominio del balón, pero el equipo sigue con esa tendencia negativa de no crear peligro real. Falta esa chispa en los metros finales, las vertiginosas combinaciones que llevó a una generación al éxito y que ahora intenta remontar el vuelo para regresar a lo más alto.

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