Hecatombe de España

La selección española firmó ante Francia la peor de las despedidas posibles para una generación inolvidable. En su Mundial, ante su eterno rival y con un nivel baloncestístico en las Antípodas del demostrado por esta selección en la primera fase, España se quedó sin respuestas, sin reacción y terminó fracasando ante Francia.

La Selección española está eliminada de su Mundial. Francia fue claramente superior al conjunto de Orenga, que nunca se conectó en el partido, mérito de los galos y demérito de los españoles, que tras una primera fase excepcional, fue incapaz de ganar a una Francia a la que hace pocos días había vencido con facilidad.

El partido tuvo poca historia, así lo quiso Francia. Los galos jugaron al baloncesto que querían, España no pudo correr y no supo atacar a la defensa francesa, centrada en parar el juego interior español. Marc Gasol y Serge Ibaka sumaron un triste 2/14 en tiros de campo. Al mal partido de los interiores -a excepción de Pau Gasol- se sumó un lamentable partido desde el perímetro, solo dos triples de 22 intentos explican, entre otros motivos, que España solo sumase 52 tristes puntos en 40 minutos de partido.

Con un 0-8 de inicio quedó bastante claro que el partido de cuartos de final no se iba a parecer en nada al que jugaron en la primera fase. El juego ofensivo de la selección no fluía y, lo que parecía más preocupante, la intensidad defensiva distaba mucho de la demostrada en el resto del campeonato.

El ritmo lento y trabado se mantuvo en el segundo cuarto, Diaw (15 puntos) y Gelabale (9) lideraron el juego ofensivo francés ante la mirada pasiva de España. Un triple de Calderón, el primero tras diez intentos, puso un esperanzador 26-30 aún para Francia, pero la ilusión de que en dos cuartos paupérrimos, la selección aún estaba dentro del partido hacía invitar al optimismo.

Ayudó a tal esperanza el inicio del tercer cuarto. España recordó durante varios minutos al equipo que había arrasado en la primera fase: intensidad defensiva, robos, tapones y contragolpe. Del 28-35 del descanso se pasó al 39-39 gracias a los cinco puntos consecutivos de Navarro y los bailes en la zona de Gasol, los únicos que se salvaron del ridículo.

Cuando mejor estaba España apareció la picardía francesa. Pietrus empujó a Llull, que se fue al suelo y se llevó una técnica a favor. El resultado de la acción parecía perfecto para España, dos tiros libres y posesión para colocar a España por delante, pero lo que logró Pietrus fue apagar la reacción de España. A partir de ahí, con el 40-39 en el marcador, España solo anotó 12 puntos más en un cuarto y medio. Las desconexión la aprovechó Heurtel para convertirse en el verdugo de España. El base dirigió el ataque galo y convirtió en pesadilla lo que hace un mes era el camino a un sueño.

España terminó el partido con un 9% de tiros de tres (2/22), capturó 22 rebotes menos que Francia, que agarró 16 rebotes ofensivos y vio aro con más facilidad que la selección de un Orenga que escuchó al Palacio de los Deportes pedir su dimisión en los segundos finales.

El sueño de una despedida de oro de Gasol, Navarro, Calderón o Reyes terminó en pesadilla. España se queda sin su Mundial mucho antes de lo previsto. La peor despedida posible para una generación histórica que ha dado a España momentos de gloria probablemente irrepetibles

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