El editorial de Pepa Bueno: "A garrotazos"

Hoy comenzamos deteniéndonos unos segundos en la imagen lamentable e imborrable de lo ocurrido ayer en el Toro de la Vega en Tordesillas. Que a estas alturas no hayamos querido o podido regular en España, de manera general y unificada contra el maltrato animal habla de nuestros complejos históricos o de un atraso cultural que no mide ningún informe PISA: el que considera que ejercer la crueldad con un animal puede ser un derecho y una forma de diversión avalada sólo por la tradición.

Pero además, que las discrepancias en torno a este torneo de Tordesillas acaben a pedradas, con varios heridos, es una tristísima versión contemporánea del Duelo a garrotazos de Goya, una estampa negra de las peores pulsiones de nuestro país. Un país que, a pesar de estos episodios, sabe hablar y discrepar civilizadamente y debe también exigir a las autoridades locales, autonómicas y centrales que tomen medidas para que ninguna de las dos estampas, ni la de la crueldad animal ni la del enfrentamiento a pedradas vuelvan a repetirse.