El pequeño Robespierre

El independentismo escocés dio un giro inesperado durante el gobierno de Margaret Thatcher y un joven diputado nacionalista se ganó el sobrenombre de "el pequeño Robespierre" por sus feroces críticas a la política fiscal de la "dama de hierro". Su nombre, Alex Salmond.

El independentismo escocés dio un giro inesperado durante el gobierno de Margaret Thatcher y un joven diputado nacionalista se ganó el sobrenombre de "Robespierre" por sus feroces críticas a la política fiscal de la "dama de hierro". Su nombre, Alex Salmond.

En los años 30, después de que un primer intento de autonomía quedase frustrado en Westminster por la I Guerra Mundial, el independentismo escocés se agrupaba en torno a un grupo de poetas y militantes apadrinados por el Sin Fein irlandés. El hallazgo de petróleo en el Mar del Norte en los años 60 dio cierta credibilidad económica al proyecto y aumentó su representación en Londres. Pero un primer referéndum sobre la autonomía quedó anulado porque la abstención álcanzó el 60%.

La vuelta al poder de los laboristas con Tony Blair propició en el 98 el establecimiento de un parlamento autónomo que Salmond ha sabido utilizar como trampolín personal y amplificador del independentismo hasta imponer su proyecto de referendum a un David Cameron que se fió de los sondeos para adoptar una decisión táctica que al final puede tener consecuencias históricas.