La revista de prensa del 7 de octubre: "Desconcierto bajo control"

En un gesto entre el desconcierto y la crispación: apretando los labios y con las comisuras de la boca hacia abajo y la mirada perdida. La foto, en la primera de La Vanguardia, se contradice con el entrecomillado elegido para acompañarla: "Les quiero transmitir un mensaje de tranquilidad". Sin embargo, la comparecencia de la titular de Sanidad dejó más dudas que certezas. "¿Qué ha pasado?" se pregunta El País en un editorial en el que considera que "el Gobierno debe responder a la alarma del ébola con mejor información que la ofrecida ayer" en una "insatisfactoria rueda de prensa", como reconoce El Mundo, que, sin embargo, no ve necesaria la dimisión de Mato y considera fuera de lugar el debate sobre si las repatriaciones de los misioneros eran adecuados. Tanto El País como El Mundo coinciden en que hay que evitar el alarmismo mediante "información abundante, precisa y creíble". "Evitar que pueda surgir un posible foco de contagio y gestionar la crisis con transparencia deben ser las prioridades del Gobierno en estos momentos", concluye el diario global.

En este ambiente, es inevitable que los términos sanitarios contagien el resto de temas...

"La cuarentena" titula su columna en ABC Ignacio Camacho. Una "cuarentena política" en la que "los secesionistas intentan convertir su cantada derrota jurídica en una escalada de frustración mediante la ficción de una convocatoria inviable". Porque como resumen El Periódico en primera "los preparativos desvelan la falta de garantías del 9N. Homs fija el 15 de octubre como fecha límite para decidir si puede celebrarse y vuelve a tensar la relación con Esquerra". David González en La Vanguardia se refiere a la frustración ciudadana en caso de que la consulta no tenga lugar: "centenares de miles de ciudadanos quieren saber qué va a ser de sus sueños el 9N... la política debería ofrecerles alguna respuesta: los unos, harían bien en dejar de ignorarlos, y los otros, en olvidarse de solemnizar lo obvio, y dar un paso adelante o aplazarlo. Usted decide President". El que ya lo tiene todo decidido, escribe Miguel Ángel Aguilar en El País, es Pedro Arriola, el consejero de Rajoy, que le recomienda "que aguante impertérrito entregado a la práctica del "dontacredismo" y que irrumpa en la campaña de las municipales y autonómicas de mayo envuelto en la bandera rojigualda y se presente como el líder del único garante de la unidad de España". Así las cosas, Juan Luis Cebrián insiste en la Cuarta Página en que la única respuesta es "recuperar la tradición del pacto" que inspiró la redacción de una Constitución cuya mejor defensa pasa en estos momentos por reformarla.

Entre tanto, la guerra continúa...

La batalla está junto a la frontera entre Siria y Turquía, en torno a Kobani, una ciudad clave a juicio de The Guardian en la que fuerzas kurdas intentan evitar la entrada de efectivos del Estado Islámico que, ayer, fueron atacados por primera vez por helicópteros estadounidenses Apache en las proximidades de Bagdad, según The Times. El diario londinense asegura que los servicios secretos europeos intentaban identificar anoche contra reloj a un grupo de yihadistas que habrían sido devueltos al Estados Islámico en un intercambio de rehenes con Turquía. Entre ellos, estarían dos jóvenes británicos. Precisamente, la prensa francesa está obsesionada con los jóvenes que acuden a Siria. Le Figaro publica esta mañana una doble página con testimonios de familiares de franceses "atrapados" por el islamismo radical. Meriam Rhaiem atestigua: "mi exmarido, tan generoso, ha sido transformado en un monstruo". Dominique Bons recuerda el mensaje recibido en su móvil "su hijo ha muerto en un atentado suicida. Qué Dios le acepte como mártir". Le Monde opta por contar el recorrido de tres franceses que fueron a combatir en Siria como el que se va para hacer de cooperante. "La djihad está a cuatro horas de avión y, si uno se lo monta bien, a menos de 100 euros".

Y el tuit de esta mañana habla de una segunda oportunidad...

La que supone para el modisto John Galliano haber fichado por Martin Margiela. De hecho, la foto difundida por la casa de alta costura y que recoge, entre otros el Guardian, nos presenta al modisto gibraltareño transformado: adios a las melenas, los bigotitos y la ropa estrafalaria. Un "grand gastby" de la moda que haga olvidar sus excesos antisemitas bajo los efectos del alcohol... Allá va...