La mochila de Callejón
El exmadridista es el máximo goleador de la Serie A con siete goles
Después de marcarle al Hellas Verona, José Callejón es el máximo goleador en solitario de la Serie A y, tras un inicio de temporada espectacular, empieza a reclamar una oportunidad con la selección española.
Durante su carrera, José Callejón ha tenido que ir superando obstáculos hasta convertirse en el jugador maduro que es hoy día, a sus 27 años de edad. No ha sido un camino de rosas, pero el esfuerzo generalmente tiene recompensa y, si alguna cosa no se le puede negar al de Motril, es su capacidad de trabajo y espíritu de superación, que le han convertido en un futbolista muy útil, en uno de los mejores equipos de Italia.
Retrocediendo brevemente en su carrera, en verano de 2008, nos encontramos un Callejón que aterriza en el Espanyol de la mano del entonces director deportivo, Paco Herrera, después de haber sido máximo goleador de 2ª División B con el filial del Madrid. A alguien se le ocurrió, casi sin haberle visto jugar, que ese chico debía ser el sustituto natural de Raúl Tamudo, cuando la cuenta de goles del histórico capitán espanyolista empezaba a languidecer. El futbolista andaluz desbordaba y se desmarcaba como nadie en toda la plantilla blanquiazul, pero le fallaba la puntería. Con ver un ratito de algún partido de aquel Espanyol de Pochettino ya se veía que Callejón era el mejor jugador en potencia de aquella plantilla. Pero la falta de puntería y la etiqueta de nuevo salvador del espanyolismo que le colgaron nada más aterrizar en Barcelona le pesaron.
Como capacidad de rebelión nunca le ha faltado, su carácter se fue endureciendo y su peculiar juego por banda se fue haciendo imprescindible en Cornellà-El Prat, hasta el punto que José Mourinho advirtió en un Espanyol-Real Madrid que el esfuerzo humilde y variantes tácticas que ofrecía el juego de Callejón le podían venir de cine al Madrid. Nunca para ser titular ante monstruos como Cristiano o Di María, sí para llenar la plantilla y aumentar la competitividad. Y se convirtió en un 'soldado de Mou'. Sin hacer ruido, Callejón aportaba cada vez que entraba y su eficacia de cara a puerta creció ostensiblemente, hasta el punto de que llegó a marcar cinco goles en la Champions 2011/2012 con el Madrid, que cayó en semifinales con el Bayern. Pero probablemente eso, esa fidelidad a Mourinho, también le costó el recelo del sector más crítico con el técnico portugués. Especialmente criticada fue esa escena en la que Mourinho se le subió a la 'chepa' tras un gol en Mestalla. ¿Y qué iba a hacer Callejón? ¿Dejarle caer? Probablemente, su aportación desde el banquillo tampoco fue bien ponderada.
En 2013, Rafa Benítez apostó por él para su nuevo proyecto en el Nápoles y Callejón cayó de pie en Italia. 15 goles en su primera temporada en Serie A y en la actual, la de su confirmación, se erige como máximo goleador del campeonato italiano con siete goles (y ninguno de ellos ha llegado desde el punto de penalti) en ocho partidos. Esa manera de colocarse en el extremo, algo alejado del lateral y midiendo perfecto la línea del fuera de juego para acabar de tirar el desmarque es descomunal. Pocos jugadores de banda tienen la capacidad de desmarque y la velocidad para ejecutar que tiene Callejón. No hablemos de su tiro cruzado y su esfuerzo en defensa, porque su físico privilegiado le permite hacerlo todo. Él (ya era hora) empieza a creérselo, aunque diga lo contrario. Sabe que es muy importante para su equipo y la suerte de cara al gol, le sonríe. Nolito, de manera merecida, tiene un importante lobby que reclama su presencia en la selección española, ahora que los de Del Bosque no pasan por su etapa más lúcida y se anuncia nueva etapa para 'la roja'. Pues no estaría de más que, cuando miran hacia San Paolo, vieran más allá de Raúl Albiol. A España le está faltando gol y chispa arriba y ahí Callejón le puede dar mucho a Don Vicente. Ha podido con una mochila pesada a lo largo de casi toda su carrera. Y merece, al menos, que le miren con otros ojos.