¿Y si no queremos perdonar?

¿Y si los españoles ya no quisieran perdonar? El presidente Rajoy ha pedido hoy disculpas por haber confiado en quien después acabó supuestamente aprovechándose del cargo. Y si tuviéramos la sensación de que ya hemos creído demasiadas veces en la palabra que nos daban, si la confianza estuviera totalmente desgastada, ¿y si el depósito de la indulgencia estuviera ya vacío? Convendría que Mariano Rajoy se preguntara qué más debería hacer si las disculpas no fueran ya suficientes.

Rajoy, el PP, el propio PSOE gesticulan de un tiempo a esta parte con cierta intensidad como una forma de demostrar, de demostrarnos que su compromiso en la lucha contra la corrupción es indudable, es firme, es sincero. Nos hablan de sus planes contra la corrupción, los enfrentan, negocian pactos que después desprecian, tiñen de partidismo los debates sobre la corrupción... llegan tarde después de años siendo tibios con los corruptos, quemándose las manos en los fuegos, amparando en sus filas a los imputados, incluso a algunos procesados, llegan tarde después de años mirando para otro lado, negando que la corrupción fuera algo más que conductas desviadas y esporádicas pero al menos llegan... al lugar en el que nosotros, ustedes y yo, siempre hemos estado... Y aquí seguimos, viendo como hoy nos pide perdón la misma persona que a los casos les llama cosas, el mismo presidente que a los corruptos les quita el nombre.