Nada sale gratis

Madrid

Parece que el otoño ya está aquí por fin, y ojalá que la lluvia consiga limpiar la espesa atmósfera política española. Esta semana conoceremos la encuesta del CIS, sobre intención de voto que llega precedida de la publicada ayer de Metroscopia para El País en la que se describe un vuelco electoral del que no existen precedentes en la reciente democracia española. Queda mucho tiempo para las elecciones, en torno a un año, y con el acelerón de la historia que vivimos, un año es una eternidad en el que muchas cosas pueden cambiar. Pero de momento, lo que Metroscopia recoge y parece que el CIS confirmará es que hay casi un tercio de los votantes españoles dispuesto a arriesgarse y apostar por la incertidumbre de un proyecto nuevo, difuso y lleno de incógnitas como el de Podemos frente una manera de ejercer el poder que deja una dramática estampa de desigualdad y corrupción.

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Si alguien pensaba que la juerga iba a salir gratis parece claro que se equivocaba. Si pensaban que la caída de los salarios, la pérdida de derechos, los recortes y copagos en servicios básicos, el empobrecimiento general y la falta de horizonte podían convivir sin consecuencias con el deterioro de las instituciones y el insoportable desfile de casos de corrupción que estamos viendo es que sencillamente habían perdido el sentido de la realidad.

La encuesta de Metroscopia coloca a Podemos en primera posición en intención directa de voto, seguido del PSOE - al que la presencia de Pedro Sánchez le permite aguantar el tsunami mejor que a un PP, sin renovación alguna, y que se hunde hasta la tercera posición. Lo dicho, queda un año, casi un eternidad.