Y el 10-N, ¿cuál es el plan?

Madrid

Ahora sí que la cuerda está a punto de romperse. Como era previsible, el Tribunal Constitucional ha suspendido la nueva consulta anunciada por el gobierno catalán y el gobierno catalán mantiene sus planes. El bucle en estado puro.

El gobierno de Rajoy impugna una consulta, que al principio despreció y que no tenía ningún recorrido más allá de haberse convertido en un acto político, el gobierno de Artur Mas ignora la suspensión del alto tribunal y mantiene el pulso. El gobierno central escudado en el Constitucional, el gobierno catalán envuelto en una convocatoria imposible porque siempre supo que la podría realizar.

Y unos y otros alimentando el enfrentamiento, la frustración, el desencanto. Desde Madrid incapaces de hilar un discurso emocionante, integrador, hablando de la necesidad de continuar juntos el camino, desde Barcelona hilando el discurso del miedo, del miedo a un enemigo que ellos dibujan en forma de España.

Que desolador, de verdad, que triste, que decepcionante y que incapacidad de quienes tenían la obligación de liderar la salida del conflicto. Y que son los mismos que el día diez, pase lo que pase el 9-N siguen teniendo la obligación de acabar con este monumental lío. A cinco días de esa fecha de la que tanto hemos venido hablando las cosas están peor que nunca, ¿de verdad que fueron incapaces de predecirlo? ¿Pensaban que alguien iba a rendirse? ¿Pensaban que este se gestiona como un partido donde uno gana y el otro pierde?

No sé que pensaban, lo que quiero pensar yo, lo que deberíamos exigir es que tengan plan para el día diez.