Políticos que se arremangan

Madrid

Hubo un tiempo en el que la política y los trajes estuvieron muy unidos. En los últimos meses, sin embargo, algunos líderes han cambiado su imagen y sus mensajes. Variación que obedece en parte a la aparición de Pablo Iglesias. Mensajes cercanos, directos, dejando el trato de usted en un segundo plano. Y camisas de cuadros, remangadas en muchas ocasiones, sobre todo en los grandes actos de su nuevo partido político. Todo ello genera un mensaje de cercanía al ciudadano, de apego a la realidad. No obstante, para Luis Arroyo, presidente de Asesores de Comunicación Pública, el auge de Podemos está cambiando también la imagen de Iglesias: "ahora se está haciendo un lifting, una adaptación de su lenguaje corporal, de su lenguaje no verbal. Están haciendo un esfuerzo por parecer presentables, por parecer un hombre de Estado que pueda estar en la Moncloa".

Otra camisa que ha aparecido en primera plana política es la de Pedro Sánchez. Camisa blanca, impoluta, perenne en sus actos públicos. Sustituida como mucho por alguna otra de color azul o malva. Y junto a ella su nueva web con un lenguaje que trata de acercarse a un público más joven. Todo con una intención claramente simbólica para Arroyo: "es un símbolo sencillo, inocuo. Con la camisa blanca muestras que no te preocupas demasiado por el vestido y, al mismo tiempo, da imagen de limpieza". Estilo también joven y cercano, camisa incluida, el de Alberto Garzón, al que la renuncia de Cayo Lara a ser candidato a la Moncloa le puede situar también en primera línea. Una nueva imagen que, al mismo tiempo, avejenta la de otros líderes, como Mariano Rajoy o Artur Mas, leales ambos al traje más tradicional.

El ejemplo de Obama

Las mangas de camisa ya aparecieron como un mensaje global cuando Barack Obama comenzó a dejarse fotografiar así vestido en actitudes más distendidas. También el presidente estadounidense cimentó su llegada al poder en mensajes claros, sencillos, pegadizos. El conocido "Yes, we can" con el que el New York Times llegó a comparar a Podemos. En los últimos tiempos, también los mensajes de los líderes políticos españoles son más directos y repetitivos. "Hace unos años valían mensajes de quince segundos", cuenta Arroyo, "pero ahora tienen que lograr el mismo efecto en siete. Las redes sociales obligan a encontrar la frase feliz en muy poco tiempo".

Todo esto, aun así, no es del todo nuevo en nuestro país. Famosas fueron aquí las chaquetas de pana de Felipe González y Alfonso Guerra, la chaqueta de cuero de Trinidad Jiménez o el chándal de Aznar. La política cambia con los tiempos, también su imagen y sus mensajes. "La política es una puesta en escena de un tiempo y de un relato colectivo", dice Luis Arroyo. En este tiempo, el votante exige arremangarse la camisa y dejar los trajes en casa.