El miedo no debe vencer
Comentario de la columnista de 'El País', Soledad Gallego-Díaz, en 'Hoy por Hoy' del viernes 21 de noviembre de 2014

Madrid
Ayer se cumplieron tres años desde que Rajoy ganó las elecciones. Tres años debería ser ya suficiente plazo para que los ciudadanos puedan efectuar un balance razonable de sus habilidades políticas y de su capacidad para cumplir el programa con el que solicitó el voto. El presidente instó ayer a no caer en el fatalismo, es decir en no caer en la doctrina que propugna que todo lo que sucede está determinado ineludiblemente y que es inútil hacer cualquier oposición. Tiene razón el presidente. Ni lo que ha ocurrido hasta ahora era una fatalidad inevitable, contra el que no cabía opción ni oposición, ni lo que ocurrirá en los próximos años está determinado por ningún destino. Todo ha dependido y dependerá de opciones políticas.


Pero es curioso que sea Rajoy quien apele hoy a luchar contra el fatalismo, porque nada más tomar posesión, con una mayoría aplastante, se presentó ante españoles para afirmar que no existía opción y que él no disponía de libertad como presidente del Gobierno más que para hacer lo que iba a hacer. Es raro oírle hablar ahora contra la homilía de la resignación y el sermón del fatalismo, que reprocha a otros, porque esa fue, precisamente, su homilía durante estos años. Un sermón que nos dejó aplastados y resignados. Parece que, frente a las próximas elecciones, el presidente huirá de ese mensaje. Bien. Como decía el brasileño Lula, el miedo no debe vencer a la esperanza.

Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...




