La increíble cárcel de las Palmas II
Comentario de la columnista de 'El País', Soledad Gallego-Díaz, en 'Hoy por Hoy' del martes 2 de diciembre de 2014

Madrid
Algunas abogadas de la isla de Gran Canaria, que visitan por motivos profesionales la prisión llamada Las Palmas II, han denunciado que tienen que quitarse el sujetador y depositarlo en una bandeja antes de pasar por el detector de metales. Se les devuelve cuando salen. Los abogados varones no tienen que quitarse los calzoncillos porque, afortunadamente para ellos, no llevan corchetes que piten en el finísimo detector.


La escenita se repite desde hace más o menos un año, desde que una empresa privada pasó a encargarse de la seguridad de la cárcel, en sustitución de la Guardia Civil, a la que nunca se le pasó por la cabeza semejante idea.
Las abogadas denuncian además que las únicas sometidas a esa humillación son precisamente ellas. Ni las empleadas de la prisión ni las magistradas, o las fiscales, que acuden a la misma la soportan, no porque no lleven sujetador, sino porque no pasan por el famoso detector.
La increíble escena no tiene, además, el menos sentido porque los abogados nunca tienen contacto físico con sus defendidos, con quienes hablan a través de mamparas. Dos de las denunciantes, quejosas con la actitud impasible de su Colegio profesional, han anunciado que se presentaran las próximas elecciones profesionales, con la esperanza de ganar. Ojala sea así, ojala ganen y acaben con tanta estupidez machista.

Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...




