¿Transparencia en España? Estamos entre Tailandia y Costa de Marfil

Madrid

La transparencia es una condición necesaria (aunque no suficiente) para tener una mejor política porque da información a la oposición, los medios de comunicación o la sociedad civil para controlar al poder.

Por fin tendremos una ley en España y no hay duda de que se trata de un avance significativo.

Sin embargo, tal como está configurada la ley queda muy lejos de las de países de nuestro entorno. Según el ranking del “Centro para la Ley y la Democracia” ocuparíamos la posición 64, justo entre las de Tailandia y Costa de Marfil.

Ante la pregunta de si esto tiene remedio los expertos coinciden en que sus fallos principales son tres.

Primero, que limita el acceso a información que pueda perjudicar cuestiones relacionadas con “intereses económicos”, la “política económica y monetaria” o la “protección al medioambiente, con lo que deja mucha discrecionalidad al decisor.

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Segundo, no habilita un régimen de sanciones al político o funcionario que la incumple, además de que la administración puede limitarse a no responder aplicando el conocido como silencio administrativo negativo.

Por último, el nuevo Consejo de Transparencia nace con un notable déficit de independencia: El Presidente de la Comisión es nombrado por el gobierno (por Hacienda y Administraciones Públicas) y lejos de ser un órgano independiente, ni siquiera obliga a la inclusión de la oposición o de representantes de la ciudadanía.

Así que no hay duda de que esta nueva ley es un paso importante. Ahora bien, también es evidente que aún había mucho margen de mejora para acercarnos, con un poco de ayuda, a una democracia de más calidad.