Mala señal
Análisis de Soledad Gallego-Díaz sobre la dimisión del fiscal general del Estado
La mirada de Soledad: 'Mala señal'
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Madrid
La noticia de la dimisión forzada del fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, es una mala señal. El señor Torres Dulce se ha comportado durante estos tres años con una notable profesionalidad, hasta el extremo de poder ser considerado como uno de los mejores nombramiento del Partido Popular, la extraña perla que demostraba que un gobierno podía elegir para presidir una institución a una persona cercana a su pensamiento, conservador, pero al mismo tiempo alguien extremadamente profesional y capaz.
Su marcha es una mala noticia porque indica que el Gobierno ya no busca a alguien con ese perfil, sino a un fiscal general mucho más propicio a comprender sus necesidades en la próxima campaña electoral. El Partido Popular y el presidente del Gobierno parecen decididos a utilizar absolutamente todos los instrumentos a su alcance para reforzar su delicada posición, sea en la Fiscalía, en Televisión Española en el Congreso.
La dimisión de Torres Dulce no es un hecho aislado sino que coincide con los nombramientos de dos personajes extraordinariamente duros al frente de TVE y del grupo parlamentario. Es de temer que el sucesor de Torres Dulce tendrá mucho más cuidado con los intereses populares en los tribunales.
Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...