Musarañas. Familiar escalofrío

Madrid

Nacida en la pobreza de la crisis actual y marcada por la necesidad de hacer una película en un solo escenario y con pocos personajes, ‘Musarañas’ es la prometedora ópera prima conjunta de los directores JuanFer Andrés y Esteban Roel. En un deprimente piso de la posguerra madrileña, la costurera Macarena Gómez vive encerrada en su psicosis y agorafobia, contra la que su hermana menor, Nadia de Santiago -recién cumplidos los 18 años- comienza a rebelarse poco a poco. Entre crucifijos y turbias referencias a sus padres difuntos, la convivencia entre las dos hermanas empieza a volverse tensa, y estalla la guerra con la llegada a la casa de Hugo Silva, un galán misterioso y malherido del que ambas se enamoran.

Musarañas es un relato clásico de terror doméstico con protagonista perturbada, cuya locura va en crescendo a medida que su hermana va siendo consciente de que la atmósfera se vuelve irrespirable. Los directores aciertan plenamente en la elección y dirección de Macarena Gómez, tierna y mesiánica en su demencia, y también en la dosis de tensión que va subiendo de temperatura hasta estallar en macabras y cómicas situaciones que están bien encauzadas, sin llegar a un final descontrolado.

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El resultado final es una película de género correcta y divertida, que atiza jocosos mandobles al catolicismo ultra y el franquismo, a los que utiliza como el templo de terror social que desquiciaron a muchas generaciones de españoles, pero sin hacer tesis y sermón de ello.

Hay algunos patinazos, como la dirección de Hugo Silva que está rígido en su papel de bribón engañado y una cierta rigidez en los diálogos que hace que, en ocasiones, la acción arrastre los pies. Musarañas es una noticia para el cine español, una buena entrada de dos directores que apuntan maneras, pero se quedan en un terreno excesivamente ortodoxo y previsible.