Echan el cierre
El fin de la moratoria de la renta antigua obliga a miles de comerciantes a dejar sus locales; en el mejor de los casos, los alquileres se multiplican por seis
Madrid
La Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994 impuso una moratoria para la finalización de los locales arrendados, era una moratoria de 20 años que finalizó el día 31 de diciembre.
Desde ayer muchos de los comercios tradicionales, en todo el país, y particularmente en los centros de las capitales se verán obligados a cerrar por decisión unilateral de los propietarios. En el mejor de los casos tendrán que intentar negociar un nuevo contrato de arrendamiento con un incremento de renta de tal magnitud que hará inviable su supervivencia.
Según UPTA, -Unión de Trabajadores y Profesionales Autónomos-, a comienzo de 2014 estaban afectados más de cien mil locales comerciales. De entre los cuales más de sesenta mil no tenían resuelto el problema antes de final de año.
El objetivo de UPTA es que no haya ni un solo desahucio por la aplicación de esta Ley. “Que todos estos locales permanezcan abiertos es la mejor forma de cuidar, no solo los intereses económicos y sociales de los afectados y sus trabajadores, sino también la calidad de nuestro comercio y el urbanismo de nuestras ciudades”, asegura el secretario Institucional de UPTA, César García.