No creo que la ley antiparatería sirva para mucho y ha disgustado a casi todos

Madrid

Esta ley no va a ser la panacea. Yo no creo que vaya a servir para mucho. Aunque ya ha disgustado a casi todos. Digamos que se dificulta la piratería de contenidos con multas más importantes pero hacen falta más medidas. Lo primero que hay que decir es que más de la mitad de los españoles accede ilegalmente a contenidos. Principalmente lo que se consume películas y series de TV, más del 40%, y música, 27%, pero también libros y videojuegos. Es significativo que en los últimos años las descargas y consumo online de contenidos de forma ilegal ha aumentado. Solo ha disminuido el consumo de música.

Más del 80% de los usuarios de Internet se descarga contenidos ilegalmente. Que el aumento de las multas no es la solución definitiva para acabar con la piratería lo indica que la mayoría de los usuarios lo que hace es buscar el contenido que quiere en Google, directamente. Y desde allí va a la página que lo sirve. Es decir, no hace falta una página que coleccione enlaces de descarga. Hay otro dato muy curioso, aunque hay que decir que es de un estudio de la Coalición de Creadores de Contenidos (SGAE, Promusicae, etc.), según el cual los propios Internautas creen que las medidas más eficaces pasan por bloquear el acceso al sitio que ofrece contenidos. Pero ojo, no nos olvidemos de las descargas P2P, es decir las que se apoyan en redes entre usuarios y son estos los que se intercambian los contenidos. La industria mantiene una monitorización de eMule y Bittorrent, los dos motores más potentes de intercambio, para saber qué países piratean más películas, música y libros de Estados Unidos y Europa. España ocupa el quinto lugar, en un ranking en el que está Rusia en cabeza seguida de Estados Unidos. Y algo más. Si comparamos la nueva legislación con las de otros países de nuestro entorno, por ejemplo Alemania y Francia, la conclusión es que esos países siguen estrategias muy distintas. En Francia han apostado por la pedagogía complementada por sanciones basadas en una respuesta gradual; en Alemania, la persecución no se centra en el uso privado de la descarga sino en la economía fraudulenta, es decir, en quienes descargan contenidos de forma ilegal con ánimo de lucro, pero también se imponen multas a los usuarios. Veremos qué da de sí este modelo español.

Europa está estudiando una directiva en materia de propiedad intelectual y sociedad de la información ¿esta ley nace ya entonces con fecha de caducidad?

Tiene toda la lógica que haya normativas por encima de las legislaciones de los países. Si en algo no hay auténticas fronteras es en el mundo de la cultura digital. Todos accedemos prácticamente a todo, aunque haya restricciones geográficas de derechos de autor.La actual normativa europea es del año 2001 y ha quedado totalmente obsoleta, como han quedado obsoletas algunas de las legislaciones de países europeos que se han visto desbordadas por la realidad del día a día. Todos coinciden que hace falta esa nueva directiva que de coherencia al marco legal de todos los países. Con la ley española que entra en vigor hoy, el propio texto legislativo refleja que este año tendrá lugar una nueva reforma de más "amplio calado", tras la aprobación de una nueva directiva europea en la materia y, de hecho, el propio ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, aseguró hace unas semanas que el compromiso del Gobierno es poner en marcha una nueva reforma y más "profunda" antes de que finalice esta legislatura.La verdad es curioso, por decirlo de forma suave, que se apruebe una ley y que se reconozca ya en su texto que es provisional. Es decir, nace obsoleta y pendiente de lo que digan en Bruselas. Sin hablar para nada de las molestias que esto va a ocasionar tanto en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado como en la judicatura. Se preparan para esta nueva ley pero en pocos meses habrá otra distinta. ¿Cómo de diferente? Veremos.