¿Cuándo la sátira se convierte en delito?
"La Audiencia Nacional ha imputado al humorista Facu Díaz por un delito de "humillación a las víctimas" por un vídeo del programa 'La Tuerka', de Publico TV, en el que un encapuchado anuncia la disolución del PP con la estética y los giros usados por ETA"


Madrid
La Audiencia Nacional ha imputado al humorista Facu Díaz por un delito de "humillación a las víctimas" por un vídeo del programa 'La Tuerka', de Publico TV, en el que un encapuchado anuncia la disolución del PP con la estética y los giros usados por ETA. El humorista fue denunciado por la asociación Dignidad y Justicia por considerarlo "claramente ofensivo" para las víctimas del terrorismo.
En el vídeo en realidad no se hace alusión alguna a las víctimas y si alguien se pudiera sentir ofendido en la comparación sería en todo caso el PP. Porque si la interpretación es que la ofensa está en la caricaturización de la banda y su banalización, no vemos en este vídeo nada distinto que en las míticas tiras de 'Vaya semanita' o en algunas escenas de 'Ocho apellidos vascos'. Y no es que queramos dar ideas, sólo poner en contexto el ingente trabajo que puede esperarle a la Audiencia Nacional si los límites entre la sátira y el delito se estrechan tanto.




