Olor a chamusquina

Madrid

Si la lucha contra el espanto etarra no hubiera estado trufada de maniobras orquestales en la oscuridad, de coincidencias inexplicables, de zancadillas, de portazos ante cada esperanza a cada oportunidad. Si no hubiéramos asistido a la utilización partidista del horror en tantas ocasiones recibiríamos sin la menor reserva mental la noticia de la detención ayer de 16 abogados, acusados de vinculación al aparato de frente de presos y de evasión al fisco. Pero que la Guardia Civil proceda a estas detenciones unos días después de la gran manifestación de Bilbao y apenas unas horas antes de que comenzara el juicio contra 35 personas que eran representantes de la izquierda abertzale entre 2005 y 2007 y cuando estamos a punto de comenzar el gran año electoral huele a chamusquina. Huele a que Eta, incluso cuando apenas es un hueso viejo, puede parecer a algunos que vale para el caldo electoral.

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Lo malo no es que esto no sea una impresión mía, lo malo es que esto es una impresión de mucha gente en Euskadi e incluso gente nada abertzale que no entiende la inacción del gobierno y su despreocupación, incluso, en la construcción del famoso relato.