Margen a favor, sea quien sea quien gobierne

Madrid

¿Qué hubiera pasado si el Banco Central Europeo hubiera decidido hace cinco años medidas de relanzamiento económico de la eurozona, como las que anunció ayer? Imposible saberlo, aunque el espejo invertido de Estados Unidos, con su sólido crecimiento, podría dar pistas.

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No fue así, y no merecería ya la pena mencionarlo, sin fuera por el daño humano que ha acarreado ese aplazamiento. En fin, la realidad es que Mario Draghi sacó ayer la artillería pesada y que ahora hay que confiar en que tenga éxito. Lo más decisivo del anuncio de ayer, quizás, fue su promesa de que mantendrá el fuego, la compra masiva de deuda pública, más allá de 2016, si fuera necesario.

Son buenas noticias para la economía española, gobierne quien gobierne a finales de 2015. Las medidas de Draghi no tienen nada que ver con unos o con otros partidos, porque están destinadas a que los bancos den crédito, algo que los gobiernos no pueden imponer, pero sin lo que es imposible reactivar la economía. No es probable que eso se produzca de manera inmediata, pero si el empujón del BCE tiene suficiente fuerza, es posible que quien gane las próximas elecciones generales en España, sea quien sea, disponga de un margen a su favor.