¿Es el tiempo o la imprevisión?
"Igual que los incendios de verano se previenen en invierno, desde hoy mismo deberíamos mitigar las consecuencias del futuro temporal que, inevitablemente, llegará."

GRA246. RODIEZMO (LEÓN), 09/02/2015.- Un autobús cercado por la nieve en Rodiezmo (León), donde aún se dejan sentir los efectos del temporal que ha sufrido la Península en los últimos días. EFE/J. Casares / J. Casares (EFE)

Madrid
A pesar de que el temporal que azotó la semana pasada parece historia, ayer todavía vimos helicópteros tirando víveres y alimentos para ganado sobre algunas localidades del norte peninsular, algunas de las cuales aún hoy permanecen aisladas. Los últimos días han sido una auténtica pesadilla para miles de ciudadanos y decenas de localidades y han dejado imágenes, como la de la autovía que une Palencia con Cantabria, cortada durante dos días, que parecen impropias de un país desarrollado.
Tras la tempestad viene la calma. Y con calma será interesante que se analice lo sucedido, para saber si falló la previsión, si la dotación de medios materiales y humanos fue insuficiente, si no hubo coordinación y ayuda entre autonomías o si se llegó demasiado tarde a determinados lugares clave cuyo colapso extendió innecesariamente las consecuencias negativas del temporal. Igual que los incendios de verano se previenen en invierno, desde hoy mismo deberíamos mitigar las consecuencias del futuro temporal que, inevitablemente, llegará.




