Peleas de gallos, ¿deben prohibirse en toda España?

Madrid

En España, país con tradiciones muy arraigadas, hemos tenido y tenemos muchos debates acerca sobre la presencia de animales en fiestas populares y espectáculos, como las corridas de toros. Pero se habla poco de otra tradición vinculada a la cultura española: las peleas de gallos que hoy son el tema propuesto por nuestro observador Álex Grijelmo. Están permitidas en dos comunidades españolas, en Canarias y Andalucía.

Estos días sus detractores y defensores estaban pendientes de la reforma del Código Penal porque había sobre la mesa dos enmiendas de Esquerra Republicana de Catalunya que solicitaban castigos, incluyendo penas de prisión de seis meses a dos años, para quienes las promovieran. Pero al final todo se queda de momento, como estaba.

Más allá de la política el debate está servido entre los ciudadanos. Hablamos con el excalde del municipio de Güímar (Tenerife), Rafael Yanes, cuya opinión personal está en contra de las peleas de gallos porque considera que "es un espectáculo sangriento y violento, deberían desaparecer".

En las islas la costumbre de las peleas de gallos se remonta a 500 años atrás pero hubo un punto de inflexión en 1991 cuando se aprobó la Ley canaria de Protección de Animales. El objetivo de esta iniciativa era prohibir preferentemente las riñas de gallo, que sí estaban arraigadas en diferentes puntos de las islas aunque finalmente se descartaron otros espectáculos como las corridas de toros, el tiro al pichón o las peleas de perros y no las peleas de gallos, nos cuenta.

"Se habló de prohibirlas pero se dejaron, eso sí con limitaciones como que no puedan recibir ayudas públicas, celebrar en lugares públicos, etc".

Por su parte, Basilio Angulo socio de la Federación de Defensores del Gallo Combatiente Español en Andalucía y criador, asegura que no se debe criminalizar esta práctica pues "el gallo combatiente español es una raza reconocida que necesita pelear y el enfrentamiento forma parte de su naturaleza".

Puede criar de 80 a 100 gallos de este tipo al año, los puede llegar a vender por 1.000 en América Latina (Perú y Colombia) donde hay "mucha afición". Están preparados para pelear aproximadamente a los 18 meses de vida y muy pocos asegura, mueren en la pelea.