Buenos y malos
Cada viernes la escritora Almudena Grandes nos obliga a pensar. Viernes, 20 de febrero

Madrid
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, ha declarado que a la troika le falta legitimidad democrática, para reconocer a continuación que atentó gravemente contra la dignidad de los ciudadanos de Grecia, Irlanda y Portugal. Después, ha añadido que algún día habrá que revisarla, y yo me pregunto, ¿existirá un día mejor que hoy, en plena negociación entre la Unión y el gobierno de Grecia, un país abocado a la ruina por la actuación de esa troika ilegítima, ineficaz y cruel? Pues parece que no. Es el signo de estos tiempos de palabras huecas, en el que grandes y pomposas declaraciones sobre la democracia, la justicia y la igualdad articulan discursos que esconden políticas contrarias a la igualdad, la justicia y la democracia. Que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, escribió San Mateo, ignorando que fabricaba un lema para los cínicos del siglo XXI.

JAVIER JIMÉNEZ BAS

JAVIER JIMÉNEZ BAS
Yo era el presidente del Eurogrupo y parezco estúpido al decir esto, ha añadido Juncker. Sólo le ha faltado pedir perdón. De lo contrario, tampoco habría pasado nada. Ese es otro signo de nuestros tiempos. Las excusas nunca se han valorado más y nunca han significado menos. Son otra clase de palabras vacías. Pero si hoy no es el día para revisar el carácter de la troika, lo es para que los griegos vayan, como ayer, a cortar árboles para no morirse de frío. El resto de los europeos deberíamos aprovecharlo para analizar la calidad de las instituciones que gobiernan nuestras vidas. Porque nuestra realidad se parece cada vez más a una película de buenos y malos. Y nosotros no hemos escrito el guión.




