De los jueces que echan una manita a los informáticos. Y cobran
Este martes 24 de febrero la frase del día llega de la mano del presidente del Tribunal Superior de Madrid

Madrid
Resulta que ayer nos enteramos por El País de que una empresa privada, Indra, pagaba, y aún paga, un dinerito a jueces, fiscales y secretarios por asesorar en mejoras informáticas. La Comunidad de Madrid, que tan sabiamente han dirigido Esperanza Aguirre o Ignacio González, tanto monta, monta tanto, firmó el acuerdo para que esa empresa metiera unos cuantos miles de euros en el bolsillo a los rectísimos señores que se encargan de impartir justicia. Nada asombra de Aguirre y González, habituados a compartir mesa y mantel con gentes bien desahogadas, léase Gürtel, pero algo chirría con los jueces. Hoy ha salido el presidente del Tribunal Superior de Madrid y nos ha dejado esta gran frase: “No son funciones propias de su cometido como magistrados, secretarios o funcionarios, la actividad se desarrolló fuera del horario laboral y suponía un gran esfuerzo de trabajo de los juristas”.


¿Saben qué decía este mismo presidente sobre la situación de sus juzgados hace no demasiado tiempo? Pues esto: “El tapón es tal que el retraso acumulado ya supera los cinco años, y hay causas que no se empezarán a juzgar hasta 2017”.
¿Y si los jueces se dedicaran a las funciones propias de su cometido, mientras los informáticos se dedican a las suyas? Les quedaría menos para gambas, pero seguro que los juzgados madrileños estarían menos atascados. Y los ciudadanos, mejor atendidos.




