Tener verguenza
La mirada de Soledad (27-02-2015)
01:11
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Madrid
El ministro griego de Protección Ciudadana, Yanis Panusis, sintió tanta vergüenza cuando visitaba el Centro de Detención de Extranjeros situado al norte de Atenas, que ordenó la liberación progresiva de todos los internos. Panusis visitaba el centro tras el suicidio de un joven paquistaní de 28 años, que no estaba retenido por haber cometido algún delito sino que porque había llegado a Grecia en una embarcación ilegal, que no se hundió. En total, el ministro ha decidido cerrar cinco de esos centros en todo el país y liberar a más de 3.500 personas, hombres, mujeres y niños, encerrados en pésimas condiciones sin otra justificación que carecer de papeles.
En España existen ocho Centros de Internamiento de Extranjeros. Un noveno, situado en Málaga, fue clausurado hace dos años cuando estaba a punto de venirse abajo. Decenas de organizaciones no gubernamentales y religiosas han denunciado repetidamente violaciones de los derechos de las personas detenidas, hasta el extremo de que el Supremo anuló cuatro artículos del reglamento aprobado por el ministerio del Interior. Ha habido suicidios, muertes sospechosas, denuncias por malos tratos policiales, plagas de parásitos, hacinamiento. Pero ningún miembro del gobierno español se sintió nunca avergonzado. Parece que el actual gobierno griego sí sabe lo que es tener vergüenza.
Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...