No es un monigote, no. Toda la responsabilidad es suya
El Ojo Izquierdo hoy se fija en la respuesta de Esperanza Aguirre al PP cuando intentó que dejara la presidencia del partido en Madrid

El ojo izquierdo (09-03-2015)
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Madrid
“No soy un monigote”, dice la siempre suficiente Esperanza Aguirre, volviendo a poner a su partido y a Mariano Rajoy ante un nuevo ridículo. Al final, se presenta como candidata a la alcaldía madrileña, después de haber atacado con todo el armamento posible –desde la daga florentina al fusil de asalto- a su jefe natural durante años.


Pero volvamos a su frase: “No soy un monigote”. O sea, que esta Esperanza Aguirre quiere que la veamos como única responsable de sus actos. Bien. Pues es ella entonces la misma persona que hace dos años y medio dejó la presidencia de la Comunidad porque así lo quiso, con una vaga referencia a su salud, jugada redonda que impidió cualquier investigación sobre la causa real de su abandono, que además vendió, y ahí están las hemerotecas, como una despedida de la política. Mentira, claro. Y es también la misma que fichó inmediatamente por una empresa de cazatalentos mientras conservaba la presidencia del partido madrileño. Feo, feo. Y es ella la responsable, porque no es un monigote, de que decenas de altos cargos del PP madrileño, con López Viejo o Granados a la cabeza, estén hundidos hasta las cachas en casos de corrupción. ¿Y qué me dicen del carril-bus?
Demos pues la razón a Esperanza Aguirre. Ella no es un monigote, que la responsable de tanta tropelía es únicamente ella.