Los más listillos de la música
El presentador estadounidense Jimmy Kimmel vuelve a demostrar la estupidez humana al preguntar en el festival South By Southwest de Austin por grupos inventados
Público corriendo por la calle durante la segunda jornada del South by Southwest / LARRY W. SMITH (EFE)
El mundo de los festivales de música está repleto de listillos, de ese tipo de aficionados que siempre presumen de grupos que nadie conoce. Un tipo de melómanos incapaz de admitir sus propios límites o que resulta imposible abarcar toda la música del mundo, si quiera los más de mil grupos que han actuado esta última semana en Austin, Texas.
El South By Southwest es uno de los festivales más importantes de EEUU, un evento peculiar en el que miles de sellos de todo el mundo acuden a Texas a buscar talentos. Un festival que programa música en supermercados, aparcamientos, farmacias y callejones. Ese despliegue musical impresiona a los que asisten por primera vez y emociona a los habituales. El gran evento musical del año en EEUU, Coachella al margen, reúne a miles de modernos, melómanos y amantes de la música más desconocida. Entre todos estos asistentes siempre hay demasiados listillos, gente incapaz de mirar a una cámara y admitir que no saben algo.
De todo esto se dio cuenta el presentador Jimmy Kimmel, que hace dos años mandó a sus reporteros al Coachella Festival de California. Los chicos de Kimmel buscaron asistentes y les preguntaron por grupos que ellos mismos se inventaban. Casi nadie admitió su desconocimiento o se percató de la broma. Casi todos entraron al trapo. El vídeo tuvo tal éxito que Kimmel ha esperado un poco para repetir la broma con resultados parecidos. Los periodistas recorrieron Austin a la caza de modernos para preguntarles por la trayectoria o el sonido de bandas como Vlad and The Putins, DJ Fictionale, Mary Kate and Nasty o Dj Gluten. Las reacciones de la gente no podría ser más curiosa, alguno incluso se atreve a cantar alguna de las canciones de esas bandas inventadas o a criticar su último álbum. Una broma que pone de manifiesto la estupidez humana y la incapacidad de estos modernos de admitir su desconocimiento. Visto el éxito, Kimmel seguirá haciéndolo y la gente seguirá cayendo.
