'Focus', y la estafa que satura

Madrid

Los directores de Crazy Stupid love, dirigen y escriben Focus, interpretada por Margot robbie y Will Smith. Él, maestro del robo ejerce de pigmalión y le enseña todos los trucos del oficio a ella, estafadora novata ni de lejos tan ingenua como parece. Y así, en la transferencia de experiencias y conocimientos, entre la erótica de poder y aroma de macho alfa de él, y la sensualidad e inocencia de la aprendiz, va forjándose un apasionado romance, y una criminal en potencia.

Pero nada era lo que parecía ser, y las estafas no fueron sólo materiales. Ella, desengañada, desaparece del mapa mientras él vaga por el mundo buscándose a sí mismo. Pero no aprenden, tres años después el destino les hace reencontrarse y el jueguecito empieza otra vez. Ella de Femme Fatale, y él en absoluta decadencia.

La película obtiene un gran número de ingredientes para resultar rabiosamente entretenida. Las imágenes se suceden frenéticamente por espacios de ciudades representadas en todo su esplendor (Nueva Orleans o Buenos Aires ). El lujo retratado en su máxima expresión, una pareja atractiva que destila una química brutal …

En el primer tramo de la película, la falta de novedad del argumento, se ve compensada por la efectividad del entretenimiento y la destreza de los directores para ejecutarlo (las coreografías de los robos en Nueva Orleans son estupendas). Glenn Ficarra y John Requa propulsan la narración de trepidante acción, ¡no paran! Y así, engaño tras engaño no nos da ni tiempo a recomponernos. Llega el tercer acto de la película, y empieza ¡el desastre total! La trama pierde fuelle, la película pierde el foco y la perspectiva y se hunde en su propio juego del engaño.

Así, después de tanto giro, de estafa sobre estafa, ya uno mismo no sabe si pisa sobre tierra firme, y nada funciona. A su vez, los personajes y sus motivaciones hacen aguas. Y ya nos hacemos inmunes a las sorpresas.