La esencia del cine mudo en la Filmoteca Española

Madrid

Es una vuelta al origen del cine, a la forma en la que se proyectaban las películas mudas antes de que se descubriera la posibilidad de registrar también la banda sonora en la misma cinta. La Filmoteca Española dispone desde 1991 de un piano de cola Kawai en la sala 1 del Cine Doré, su sala principal de exhibiciones. Todos los años se programan ciclos de cine mudo y también proyecciones individuales de películas que, siempre que las circunstancias lo permitan, se acompañan de piano en directo.

La responsable de programación de la Filmoteca, Catherine Gautier, asegura que se intenta "ofrecer este espectáculo, un acontecimiento que agradece mucho nuestro público, porque no hay muchas salas en las que se pueda disfrutar de una proyección con acompañamiento en vivo". Gautier recuerda que la Filmoteca trabaja con varios pianistas para las películas mudas, profesionales que intentan estudiar e investigar los temas que se utilizaban en la época de la producción. "Hay dos tipos de pianistas actualmente. Los hay que improvisan a medida que están viendo, mientras tocan, y están acostumbrados a seguir el movimiento de lo que ven en la imagen al mismo tiempo que van improvisando. En el caso de los pianistas que hemos contratado en los últimos años en la Filmoteca, casi todos nos suelen pedir una copia de la película para visionarla previamente al pase y prepararse un poco los temas".

Uno de estos pianistas es Marcos Ortiz Casas. Ha participado ya en varias proyecciones de de la Filmoteca y asegura que siempre tiene "la sensación de estar acabando una película cien años después. Es como si la película estuviera a medio hacer hasta que se añade el sonido. Siento como si estuviera contribuyendo, como si perteneciera al equipo de producción de esa película, aunque con una diferencia de varias décadas".

Pero ese proceso no es rápido, ni tampoco sencillo. Marcos Ortiz señala que a él le gusta investigar. "Primero hay que ver la película, hay que conocer sus escenas y sus transiciones. Y a partir de ahí el trabajo con la película es muy variado. El 90%, como mínimo, siempre es improvisado, porque son muchos minutos de música y hay que estar constantemente atento a la pantalla. No obstante, si queda alguna partitura original de la película la intento utilizar, aunque normalmente no suele quedar nada. También compongo temas propios, relacionados con las escenas, con los personajes o con las situaciones (amor, acción o miedo), y existen algunas colecciones de partituras que se publicaban en la época con temas estandarizados de este tipo. Y con todo eso, uno va haciendo un remix según la ocasión y se va improvisando casi todo".

El último ciclo programado por la Filmoteca Española ha sido uno de cine mudo sueco de los años veinte. El año pasado se proyectaron todas las películas del periodo mudo de Alfred Hitchcock, y para finales de este 2015 se está preparando un ciclo muy amplio con motivo del centenario de Harold Lloyd. La Filmoteca también tiene previsto introducir sesiones sueltas, entre ellas una con la película muda española "Viva Madrid, que es mi pueblo", con el acompañamiento musical en vivo trabajado por Javier Pérez de Azpeitia.

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