El ciudadano como trofeo político

Madrid

Usted y yo somos para ellos una especie de estatuilla, un trofeo que se consigue cada cuatro años y que después se mete en una vitrina donde se va cubriendo de polvo y en la que va dejando una marca sobre el cristal. Somos la medalla, el diploma que exhiben sobre las paredes de sus despachos, el título que utilizan como excusa o como coartada para creer legitimados sus errores y sus excesos. Usted y yo somos la pieza a batir en una cacería que regresa cada cuatro años: nos acosan, nos persiguen, nos envían señuelos, se agazapan y ocultos entre palabras y promesas esperan la ocasión para echarnos el lazo o disparara directamente a ese lugar del cerebro o del corazón donde se decide el voto.

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