Novedades en el frente independentista

Madrid

El documento firmado ayer por Convergencia y Esquerra Republicana de Cataluña debe ser interpretado en el marco de la inmediata campaña para las elecciones municipales y la necesidad de reanimar un proceso independencia que parecía languidecer.

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Aún así, el anuncio no es solo táctica electoral, sino que supone algunas novedades sobre lo ya pactado en noviembre pasado. El plazo para finalizar el proceso de independencia es el mismo que se habló entonces, 18 meses, pero cambian dos cosas fundamentales. Primero, ya no se habla de derecho a decidir de los catalanes. La expresión desaparece, muere, en los nuevos acuerdos. Plantear a los ciudadanos que la independencia se puede obtener votando a dos partidos concretos en las elecciones autonómicas de 27 de septiembre, dos partidos que, para colmo, acuden con listas separadas, es algo extremadamente raro, desde luego nada que ver con el famoso referéndum a la escocesa, que Mas y Junqueras defendían hasta hace poco. La segunda novedad es que la promesa de abrir inmediatamente un proceso constituyente catalán dejará descolgados a Unió, de Durán Lleida, y a Iniciativa per Catalunya, de Joan Herrera, así como a los nuevos parlamentarios que pueda obtener Podemos en el futuro.

Una última observación: el documento afirma que al final del proceso habrá que encontrar “nuevas formas de colaboración con España y con la Unión Europea”, lo que supone admitir que al término de ese calendario, Cataluña dejaría de pertenecer a la UE.