A mediodía y con viento fuerte de levante
El veredicto de las urnas nos dirá si las manos que ayer aplaudían a Rajoy se convertirán después en dedos acusadores

A mediodía y con viento fuerte de levante
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Madrid
Sin novedad. A mediodía y con tiempo duro de Levante, Rajoy llamó a la unidad, defendió la recuperación económica, dijo que se avergüenzan, como todos, de la corrupción y pidió salir a ganar las elecciones enseñando con orgullo la marca PP.


Sin novedad también en su auditorio. Ningún barón, ninguna baronesa, ningún diputado, ningún senador, ningún candidato. Nadie dijo nada. Nadie cuestionó ni las políticas, ni la falta de empatía con los que sufren, ni las torpezas frente a posibles socios, ni siquiera la comunicación. Nada. Solo aplaudieron a rabiar. Y ninguna novedad en la sala de prensa. Los periodistas debieron conformarse con seguir al presidente por pantalla de plasma.
Solo, por tanto, el veredicto de las urnas nos dirá si las manos que ayer aplaudían a Rajoy se convertirán después en dedos acusadores.




