Jean-Jacques Annaud y el desafío de rodar con lobos
Entrevistamos al director francés que vino a presentar su última película
Madrid
Esta semana se estrena Él último lobo, película del director francés Jean- Jacques Annaud, adaptación de la segunda novela más leída en China, después de El libro rojo de Mao Zadong.
El último lobo es un film de coproducción francesa y china, a pesar del argumento de la novela de la que se inspira, muy crítica con las autoridades chinas, y a pesar de la censura que sufrió Annaud a propósito de su película El amante, basada en el libro de Marguerite Duras. “Fui invitado al país oriental, y me dieron carta blanca. Estuve un tiempo atrás enfadado, pero ahora todo está bien”, afirmó el director.
En esta ocasión, narra la fascinación de un joven pekinés por los lobos de Mongolia, destinado a las montañas para enseñar a un grupo de ganaderos nómadas mongoles a leer y a escribir. El joven no comulga con la decisión de las autoridades de acabar con la manada de lobos para poder extender el poblado por territorios aún salvajes, y decide capturar un cachorro y criarlo a escondidas en cautividad.
La cinta es una fábula ecológica, pero también un relato de aventuras espectacular. Rodada en 3D, somos testigos de toda la belleza y la rudeza de las estepas de Mongolia, pero sobre todo de la majestuosidad de los lobos: “quería que el público tuviese una relación más íntima con el cachorro lobo”.
El director llegó a conectar de una manera asombrosa con el macho alfa de la manada; “cada mañana venía a verme y me exigía que me dejara abrazar y besar durante 10 minutos. Nadie podía estar a menos de tres metros y vino a presentarse a mí con tanta ternura…no entendía por qué.” Los lobos nacieron en China, son lobos de pelo amarillo y ojos verdes. Adiestraron a 30 para la película.
Jean-Jacques declaraba que ha sido uno de los rodajes más duros de toda su carrera, el proceso en su conjunto ha durado 7 años. Tres años para adiestrar a los lobos y buscar localizaciones, dos años de rodaje, y uno de posproducción. La película tiene secuencias increíbles, como la de los lobos persiguiendo a unos caballos: “para este escena que dura seis minutos en pantalla, rodamos durante seis semanas y ensayamos durante seis meses. Quise que fuese de noche, en plena tormenta. Hay 200 planos en la secuencia, y solo hay tres hechos por ordenador. Para que nadie estuviese en peligro, ni los animales, ni los técnicos, ni los actores pusimos una barra entre los caballos y los lobos y luego las quitamos en posproducción”, declaraba el director.
El libro contribuyó a la conciencia de todo un país por este drama ecológico, por la masacre de toda una especie. Las películas de Annaud, como el Oso, Siete años en el tibet o Dos hermanos, son siempre alegatos medioambentales sobre la relación del hombre y la naturaleza. El director declaró que el lobo es la especie animal con la que ha trabajado que más se parece a los humanos, pero también la más difícil de adiestrar.