Una nueva música para un renovado western
Madrid
Si Clint Eastwood y el director Sergio Leone fueron los grandes artífices de la época dorada del “spaghetti-western” no menos importante fue Ennio Morricone, el hombre que le dio su sonido característico. El género se llamaba así por tratarse de producciones mayoritariamente italianas y muy diferentes al cine del oeste tradicional. Aquí no cabían John Wayne ni los otros héroes del western hollywoodiense; los protagonistas eran tipos de piel curtida y dientes amarillos en una ambientación polvorienta que destilaba mal olor, sudor y calor.
Un cine sin apenas mujeres en el que no había romanticismo posible. Y que mostraba una violencia explícita y salvaje. Para ese cine no valían tampoco las melodías vibrantes de Elmer Bernstein o Dimitri Tiomkin sino que necesitaba un sonido propio. Los silbidos eran característicos pero también instrumentos como la guitarra eléctrica, el órgano o las trompetas, además de la innovadora presencia de los coros y de los efectos de sonido integrados con la música.
Si bien Morricone ya había compuesto un par de bandas sonoras y era conocido como arreglista de canciones, fue su asociación con su antiguo compañero de colegio, Sergio Leone, lo que le convirtió en un músico estrella a nivel mundial. Leone decía de él que más que su compositor era su guionista. Muchas veces sustituía los diálogos por música ya que ésta expresaba mejor que las palabras lo que quería contar. Las melodías se acoplaban como un guante a las imágenes y es que, a menudo, Leone construía las escenas a partir de la música.
La clave para encontrar el estilo musical de ese nuevo tipo de “western” fue la canción de un cantante californiano llamado Peter Tevis, al que Morricone había producido este tema a principios de los años 60. Se titulaba “Pastures Of Plenty” y era una versión de un clásico de Woody Guthrie. Sergio Leone la escuchó y le pidió a Morricone que reprodujera ese mismo sonido.
“Por un puñado de dólares” es la más floja de la trilogía pero hay que tener en cuenta que se rodó con un presupuesto muy reducido. Se trata de una versión libre de Yojimbo de Akira Kurosawa y en ella Clint Eastwood interpreta a un pistolero que saca provecho de la rivalidad entre dos familias.
El éxito inesperado de la película permitió que al año siguiente el mismo equipo rodara un nuevo film con un presupuesto mayor: “La muerte tenía un precio”. A los anteriores protagonistas Eastwood y Gian María Volonté, se une ahora Lee Van Cleef, en la piel de un cazarrecompensas que compite con Clint por capturar a un forajido.
“La muerte tenía un precio” es una banda sonora continuista ya que Morricone recurre a los mismos instrumentos, sonidos y efectos que utilizó en la anterior película. En la banda sonora, destaca la llamada “melodía del reloj”, la que el bandido Gian María Volonté hace sonar antes de un duelo mediante un pequeño reloj musical para marcar con su final el comienzo de los disparos.
Con el telón de fondo de la Guerra de secesión americana, “El bueno, el feo y el malo” cuenta la historia de tres pistoleros que buscan un tesoro sin importarles quien caiga en el camino. A Eastwood y Van Cleef se suma ahora Eli Wallach en el papel del bandido mejicano Tuco.
La banda sonora tiene un tono más melancólico y menos seco que las anteriores y recurre más al uso de las voces humanas. Además del tema principal destaca sobre todo la pieza titulada “El éxtasis del oro” que se iba a convertir en uno de los grandes clásicos de Morricone.
Sergio Leone y Ennio Morricone siguieron combinando sus esfuerzos en otros “spaguetti westerns” como “Agáchate maldito” y “Hasta que llegó su hora” pero “La trilogía del dólar” tiene su capítulo propio en la historia del cine. Cuando en 2007 Ennio Morricone recibió el Oscar honorífico por toda su carrera el que se lo entregó, muerto Leone, no podía ser otro que Clint Eastwood. Leone, Eastwood y Morricone un trío que ya es leyenda, como su famosa trilogía.
Elio Castro
Licenciado en Historia del Arte y Máster en periodismo por la Universidad Autónoma/El País. Periodista...