Siguen pensando que somos tontos

Madrid

Que en este país hubo una fiesta en la época de las vacas gordas e incluso durante los primeros años de la crisis, era algo que intuíamos pero que vamos confirmando día a día. Una fiesta a la que solo fueron invitados unos cuantos, los de la amnistía fiscal, los de las tarjetas black, los de las asesorías a cientos de miles de euros, las de las pernoctaciones en hoteles de lujo, los de las comisiones, los de los sueldos en negro. Una fiesta en la que se movió tanto dinero que es imposible retener o pensar en las cifras sin que te de un mareo.

Intuíamos, y también vamos confirmando día a día, que los que se apuntaron a esa fiesta tuvieron y siguen teniendo una idea del poder y de su forma de ejercerlo que nada tiene que ver con lo que hace el resto de la gente, los que no fueron invitados a esa fiesta. Y digo que los vamos confirmando, porque escuchar hoy al diputado del Partido Popular, Vicente Martinez Pujalte, provoca auténtico sonrojo. Cobró, siendo diputado, junto con Federico Trillo, por unas asesorías a una empresa constructora, cobros por los que hacienda no encuentra ninguna justificación, y hoy dice que no le parece ético lo que hizo, pero que como es legal...

A Pujalte no le parece ético cobrar de una empresa constructora que trabajó para el sector público, no le parece ético, pero lo hizo. Lo que viene siendo una desfachatez. Lo que a Pujalte no le parece ético, pero sí legal es lo que tiene asqueados a los ciudadanos. Que ven como ciertos políticos no tienen ni idea, o mejor, tienen una idea muy particular de los deberes y obligaciones de la política. Deberes y obligación que ahora más que nunca están siendo observados con lupa por la gente. Y escucharles ampararse en la legalidad para dar legitimidad a un comportamiento nada ético es, sencillamente, insoportable.

Y lo peor, siguen pensando que somos todos tontos, que la razón es de ellos y que al resto, a los ciudadanos, solo les queda observar y callar. No son conscientes de cómo y cuánto han cambiado los tiempos. Hoy sumamos las declaraciones de Pujalte, a las de Rita Barberá y sus gastos con dinero público, a las cifras millonarias que se manejan en el caso Rato, a las evidencias de los autos de Ruz sobre la contabilidad B del PP, y vamos sumando y sumando. Pero ellos siguen sin enterarse, no se han enterado de que esa fiesta ya ha terminado, y que ahora toca pagar los gastos.