María José Carrascosa, nueve años encarcelada en Estados Unidos
Esta abogada valenciana, conoció al que poco después de convertiría en su marido, en un chat de internet. Se casó con él y se fue a vivir a su país Estados Unidos. Un año después ya tenían una hija y apenas unos meses tenía la pequeña cuando Carrascosa regresó a España. La justicia norteamericano le acusó de secuestrar a la pequeña y ahí comenzó un calvario
Madrid
El resumen de su situación podría constreñirse en estos términos: "Peter Innes y María José Carrascosa se separaron en 2004 tras cinco años de matrimonio y tras haberse conocido en un chat de internet, con un acuerdo que impedía a la niña, entonces de cuatro años, salir de Estados Unidos sin el consentimiento de ambos. El pasaporte quedó en custodia de los abogados que gestionaban el divorcio. Carrascosa reclamó y obtuvo de los letrados el pasaporte con el que su hija salió con destino a la Comunidad Valenciana, donde reside mientras un juez de la Corte Superior de Hackensack concedía la custodia total de la niña a su ex marido Peter Innes y ordenaba a la madre que devolviera a la niña con su padre. María José Carrascosa se negó, alegando la jurisdicción española sobre el caso y fue arrestada por desacato cuando regresó para defenderse en EEUU. Más tarde, la fiscalía del condado de Bergen añadió nuevos cargos. Fue declarada culpable en 2006 y permaneció en prisión desde entonces en Estados Unidos, donde ha cumplido nueve de los 14 años a los que fue condenada.
La justicia norteamericana, tras la denuncia del marido, la acusó de haber secuestrado a la pequeña y llevársela a España sin permiso de las autoridades ya que Victoria –la menor- había nacido en Estados Unidos y tenía nacionalidad estadounidense aunque a posteriori también nacionalidad española.
Carrascosa trató de que el Tribunal de la Haya actuara como mediador para garantizar el retorno al España de la menor, las autoridades norteamericanas no lo reconocieron, y un jurado popular la condenó a 14 años de cárcel que ahora tras haber cumplido la mitad más un día, le da derecho a la libertad condicional.
En todos estos años, Victoria –su hija- ha permanecido en España con sus abuelos y su tía. No ha visto a su madre (encarcelada en Estados Unidos) y tampoco a su padre. Entre medias, el juicio y las acusaciones de malos tratos, persecuciones, presentación de pruebas falsas, por parte de su ya ex marido, un individuo casado de nuevo que ha utilizado a amigos en la policía para presentar pruebas falsas contra Carrascosa, para intimidarla en la cárcel amparándose en que su nueva pareja tiene conexiones familiares con funcionarios de prisiones (todas estas acusaciones según la versión de la abogada valenciana), sobre la que incluso se ha escrito un libro en España por Reyes Monforte, pero la de su ex marido Peter Innes se ciñe a un relato que la define como desequilibrada, con brotes psicóticos y que los desvaríos de esta mujer han evitado que esté con su hija en todo este tiempo. Entre medias ha denunciado a los abogados que llevaron el divorcio con Carrascosa por haber entregado el pasaporte de la menor sin permiso lo que permitió a Maria José sacarla de Estados Unidos, y ahora tendrán -los abogados- que pagarle casi un millón de euros por los daños causados por esta situación.
Con el dinero conseguido, Innes ha contratado a un bufete de abogados en España y de vez en cuando manda mensajes por televisión a su hija para que se ponga en contacto con él. Acusa de incompetente a la justicia española y dice que nunca cejará en su intento de recupera ra su hija
A pesar de todo, Carrascosa , ha conseguido mantenerse firme, y estos 9 años, además de para preparar su caso y distintas apelaciones (que han dejado a la familia esquilmada económicamente ) que en Estados Unidos deben pagarse los apelantes de su propio bolsillo, denunciar malos tratos a las presas, utilizar sus títulos de abogado para organizar las actuaciones judiciales de sus compañeras presas, dar asesoramiento gratuito, sufrir varias enfermedades en la cárcel, y hacer de su caso el referente de muchas madres que luchan por evitar que los padres de sus hijos se los lleven a otros países amparándose en las lagunas de la jurisdicción internacional en ese aspecto.
Desde el Ministerio de Exteriores español aseguran que se han hecho las gestiones que permite la ley ante Estados Unidos, pero como su caso además de estar en la prensa española que ha ido relatando los avatares de su caso también lo ha hecho en las redes sociales y las opiniones varían desde quienes consideran que su posición ha sido de empecinamiento, porque independientemente de sus relaciones con el padre de la criatura, éste nunca demostró malos tratos hacia la pequeña, y los que ven en ella la Juana de Arco de las causas similares.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...