Adiós a la arrogancia de los partidos mayoritarios
Se acabó la arrogancia de los partidos mayoritarios. Lo están pudiendo comprobar en la dura negociación andaluza, y eso que Susana Díaz ha conseguido una mayoría que probablemente los socialistas no repitan en ningún otro territorio
Adiós a la arrogancia de los partidos mayoritarios
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Madrid
Andalucía vive hoy la primera jornada de la sesión de investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta. Ganó claramente las elecciones hace un mes pero los andaluces la dejaron a ella sin mayoría absoluta y al Parlamento con cinco fuerzas condenadas a entenderse de alguna manera o a convocar elecciones de nuevo.
Un resultado que ha obligado y obliga todavía a una trabajosa negociación y que ha puesto a los partidos emergentes ante una difícil tesitura: justificar ante sus seguidores y militantes que permiten la investidura de una representante del bipartidismo que han criticado con ferocidad durante la campaña; o justificar ante los andaluces que bloquean la gobernabilidad de la Comunidad y la conducen a una nueva cita con las urnas.
No es fácil ni para Podemos ni para Ciudadanos, pero nadie le dijo a los nuevos partidos que la política lo fuera. Bienvenidos sean Ciudadanos y Podemos, por tanto, a la mayoría de edad.
Pero bienvenido también el PSOE a la nueva realidad. Se acabó la arrogancia de los partidos mayoritarios. Lo están pudiendo comprobar en la dura negociación andaluza, y eso que Susana Díaz ha conseguido una mayoría que probablemente los socialistas no repitan en ningún otro territorio. Y el PP ya puede disponerse a tomar tras el 24 de mayo la misma medicina.
Porque Andalucía es la primera, pero si las encuestas aciertan, tras las próximas autonómicas y municipales, se acaba definitivamente la edad de la inocencia para unos y la comodidad de la alternancia para los otros.