A los Rolling Stones les gustan las sorpresas. Aparecer sin que nadie lo espere o con un a halo de misterio. Este jueves actuaron en Los Ángeles en un bolo rodeado de rumores que se dispararon por un cartel en medio de la ciudad que mostraba el logo del grupo y un código postal. Por la tarde el rumor se confirmó y se desató la locura por conseguir una de las mil entradas a cinco dólares. No es la primera vez que los Stones actúan de este modo. En 2012 pusieron París patas arriba con una visita por sorpresa. No son los únicos artistas con afición por los conciertos sorpresa. Desde aquella legendaria actuación en 1969 de los Beatles en el tejado de sus oficinas son muchas las bandas o cantantes que han actuado sin previo aviso. En los últimos meses hemos visto muchas de estas apariciones por sorpresa. El pasado sábado, Noel Gallagher apareció sin aviso en un club de Liverpool para tocar seis canciones de Oasis. El cantante se encontraba en la ciudad para presenciar en Anfield el partido entre el Liverpool y el Manchester City y había prometido a una banda local subirse a tocar un tema con ellos esa noche. Esa colaboración dio paso a seis temas de Oasis que inmortalizaron con sus teléfonos los cien asistentes al concierto. Quizá sea más curiosa la sorpresa de Roger Daltrey en diciembre de 2014. El cantante de los Who se encontraba hospedado en un hotel en el sur de Escocia cuando el ruido de la música de una boda se coló en su habitación. Daltrey pensó que el grupo que estaba tocando sonaba bien y decidió sumarse a ellos para sorpresa de los invitados y de los novios. El cantante se coló en el salón, fue hasta el escenario y regaló a los recién casados una versión de ‘I cant explain’. La pareja compartió las imágenes de la actuación en sus redes sociales asegurando que fue el mejor regalo de bodas del mundo. También fue histórico el concierto por sorpresa que dio ese mismo año Michael Stripe. El cantante de REM, que no había actuado en solitario desde la disolución del grupo en 2011, apareció por sorpresa como telonero en un concierto de Patti Smith en Nueva York para tocar seis canciones acompañado de la hija de Smith. Un momento histórico que presenciaron con incredulidad los asistentes al concierto de la mítica cantante de Nueva Jersey. Una de las actuaciones sorpresa más inolvidables es la que protagonizó Bruce Springsteen en las calles de Copenhague. Corría el año 1988 y Springsteen estaba de gira por Europa presentando, tras su divorcio, las canciones de amor de ‘Tunnel of Love’. El estadounidense se había escaqueado de una reunión matinal para dar una vuelta por la ciudad cuando se encontró en la calle Stroget a un joven islandés que pasaba las horas tocando para los turistas canciones del ‘Boss’. El cantante le pidió al joven la guitarra y juntos cantaron varias canciones entre la emoción del chico y la sorpresa de los caminantes que se iban congregando alrededor de los dos músicos. Tampoco será fácil de olvidar el concierto callejero que dio en 2013 Paul McCartney. El exbeatle actuó en Covent Garden desde un pequeño autobús para disfrute de los cientos de personas que sospecharon que algo grande iba a pasar cuando vieron el vehículo aparcado en la plaza. McCartney estaba promocionando su último álbum y la actuación solo contó con temas nuevos. También hay gente que lleva el misterio a otra dimensión como ha hecho Prince con su última gira ‘Hit and Run’. El mítico cantante ha girado por Europa, y ahora por EEUU, con un formato misterioso. Los conciertos se anunciaban con muy poca antelación y sin comunicar la sala o el recinto hasta el último momento. Un formato que complica la vida a los seguidores pero también hace que sean noches más especiales. El factor sorpresa juega un papel especial en la música dando la sensación al espectador de estar presenciando algo único, de ser especial, de sentirse afortunado.