'Nuestro último verano en Escocia', comedia profunda
Rosemund Pike protagoniza esta comedia escocesa que habla de la muerte y la familia disfuncional con un humor fino y con mucha ternura
Madrid
Tienen los británicos una sutileza extraordinaria para retratar conflictos sociales e individuales de gran calado sin perder ni el humor ni la compostura. La comedia británica es siempre una apuesta segura en la cartelera y los directores Andy Hamilton y Guy Jenkin no son una excepción a eso. En Nuestro último verano en Escocia, su debut en la gran pantalla, después de haber dirigido varios productos televisivos, realizan un trabajo exquisito que aúna todos los tópicos de ese género de la comedia británica.
La muerte, la hipocresía social, la familia disfuncional, el divorcio... son algunos de los temas a los que se acerca esta película, rodada en el excelente y veraniego paisaje escocés, evitando tratarlos con el edulcoramiento al que la comedia hollywoodiense nos tiene acostumbrados. Sin embargo, sí hay en Nuestro último verano en Escocia ecos de las cintas independientes norteamericanas, con esos niños que bien podrían haber salido de Pequeña Miss Sunshine.
Las actuaciones de los tres pequeños protagonistas y la del trío adulto (Rosamund Pike, David Tennant y Billy Connolly) son una de las grandes bazas de esta cinta que trasmite buenas vibraciones y optimismo a pesar de que retrate la muerte de un ser querido.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...